Walter Enríquez Vásquez
La Casa de la Cultura Ecuatoriana fundada bajo la proyección del humanista Benjamín Carrión cumple 76 años y sus núcleos a nivel nacional vienen desarrollando actividades artísticas, culturales y humanistas trascendentes y que ameritan a la fecha una nueva proyección, especialmente en la difusión de sus labores por vía virtual.
Carrión estimó que el Ecuador debe ser una potencia antes que bélica, cultural. Dentro del arte ha desarrollado con éxito la literatura y de manera intrínseca la poesía, el teatro, el cine foro, la pintura, la escultura, el coro, la música y danza entre otras manifestaciones humana afines.
En la cultura ha extendido su voz y pensamiento a varios haceres sociales y dentro de ellos encontramos la sección jurídica; que tiene sobre sus hombros la responsabilidad de orientar la razón de ser del derecho, de la ley, de la jurisprudencia.
La manifestación cultural representa en alguna medida el epílogo de la educación formal, de las costumbres y de los saberes ancestrales de un pueblo donde se incluye la ciencia, la técnica y el humanismo.
En el Ecuador la cultura jurídica se encuentra desgraciadamente divorciada de la cultura política y es así como los gobiernos de turno en el Legislativo y Ejecutivo estructuran leyes con intereses personales y grupales, que facilitan la corrupción.
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