El historiador y catedrático universitarios Jorge Núñez Sánchez dejó un legado en la Academia Nacional de Historia. Franklin Barriga López, director de esta Academia compartió mediante una entrevista en Zona Cultura de las radios de la CCE, la trascendencia del intelectual ecuatoriano.
¿Cuál es el mensaje para el país tras esta irreparable pérdida?
Fue una inmensa pérdida para la Casa de la Cultura Ecuatoriana, el fallecimiento del Jorge Núñez Sánchez, su vida fue de constante superación. Viajó de su provincia natal, Bolívar. Como estudiante alcanzó el título de Doctor en Jurisprudencia y Abogado de los Tribunales y Juzgados de la República.
En la península Ibérica fue varias veces, miembro del Tribunal, en la Complutense de Madrid de varias universidades nacionales e internacionales.
En la CCE, fue igualmente por algunos años Director de la Sección Académica de Historia y geografía, además investigador asociado al Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, y del Instituto Otavaleño de Antropología.
Vicepresidente de la Historia de la Educación Latinoamericana, Presidente Honorario de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe, Miembro de las Academias Nacionales de Historia de Colombia, Perú, Nicaragua, de la Real Academia de Historia de España, Miembro honorario de la Academia de Colombianos de la Lengua y de la Academia Hispanoamericana de Letras y Ciencias.
Recibió en el 2010, el Premio Nacional de Cultura Eugenio Espejo, mayor galardón que confiere el estado ecuatoriano. Autor de varios libros de historia, Ciencias Humanas y coautor de 80 textos. Estos breves datos que acabo de enunciar muestran su prestancia intelectual y su valía.
¿Cuál sería el legado que el Dr. Jorge Núñez Sánchez le deja al país, a la sociedad y a los jóvenes, en un momento tan complicado para el arte y la cultura?
Núñez fue director de nuestra centenaria y prestigiosa entidad, desde el año 2013 hasta 2018. Le reemplace yo por decisión unánime de los miembros, el 11 de enero de 2019 hasta la actualidad.
Nuestra institución en vida supo reconocer el aporte. Estuvo a la altura del resto de personalidades que ocuparon la altísima función de directores de la Academia Nacional de Historia, que como ustedes conocen fue fundada por Federico González Suárez, el primer director.
Hay valores humanos de la talla de Jacinto Jijón y Caamaño, de Luis Felipe Borja y de cuantos otros que podría hacer referencia.
Nuestra institución le concedió la condecoración “Federico González Suárez” que otorga a los directores cuando cesan en sus funciones. A más de las cualidades que acabo de resaltar fue un gran amigo, con mi persona mantuvo estos nexos por más de 50 años. No obstante, las divergencias de carácter ideológico, sirvió para mantener una amistad de mutuo respeto y colaboración institucional, de ahí que su partida hacia la eternidad nos dolió.
Dejó un legado de decenas de obras publicadas. Su tránsito por la cátedra universitaria, sus afanes permanentes por resaltar, y elevar la cultura ecuatoriana. Precisamente de esa entrañable institución, la Casa de la Cultura, que funciones tan eminentes ha cumplido y viene cumpliendo Camilo Restrepo, su presidente, por intermedio de esta radiodifusora que pertenece a la CCE, relievar el legado que deja para las presentes y futuras generaciones.
¿En la parte humana el presidente Camilo Restrepo dice “Jorge fue mi compañero de aulas universitarias, toda la carrera de jurisprudencia, de ideales y acciones por una nueva sociedad de equidad y libertad, que mi abrazo fraterno llegue hasta donde él se encuentre?
Jorge y Camilo, se acordaban de ese tiempo de estudiantes como cursantes de la carrera de jurisprudencia. Todos estos vínculos condujeron a que se profundicen los nexos con la Casa de la Cultura. La Academia Nacional de Historia y la Casa de la Cultura son instituciones fraternas, por cuanto existen nexos muy profundos, en mi caso son más de 50 años de que soy miembro de tan ilustre institución.
¿Qué podría decir usted a las nuevas generaciones, para recordar a una persona como fue Jorge Núñez Sánchez, que estará en los libros, en las investigaciones que servirán de referencias bibliográficas para tantos trabajos?
Leer sus obras es la mayor satisfacción para los intelectuales. El legado que deja para hoy y para mañana, esas son las semillas del espíritu que nunca mueren, que Jorge nunca ha perecido, lo ha hecho en lo físico, pero en lo espiritual seguirá para siempre iluminado con su pensamiento, mediante su mensaje escrito al presente y al devenir.