OBRA DE LA SEMANA: «MUJER DE PIE»

Obra: Mujer de Pie

Autor: Jaime Andrade Moscoso

De este autor el Museo de Arte Moderno posee en la colección “Mujer de Pie”, escultura de bulto redondo de movimiento expresionista, trabajada en madera, realizada en el año de 1954. Es una obra que pertenece al Realismo Social ecuatoriano, por sus facciones anatómicas se representa a una mujer indígena descalza, sus antebrazos flexionados al pecho, las manos abiertas en actitud de llevarlas al rostro que se encuentra ligeramente inclinado a la derecha, en un gesto de  plegaria o autoprotección, la parte superior de su cuerpo cubierta desde la cabeza con una chalina, el resto de la vestimenta llega hasta los tobillos. El movimiento limitado que logra el artista en la obra,  se debe a la expresión presente en la clase indígena por el sometimiento en que vivían. En su composición estética la elaboración de la escultura, es muy importante detenerse a mirar los brazos como que se sobreponen a manera de relieve a la estructura mayor del cuerpo.

La posición del paño colocado sobre la cabeza, nos refiere a la idea de una figura triste que nos hace verla como una madre sufrida, solo que, en lugar de tener las manos en el corazón, las coloca sobre su cuello, como tratando de ahogar su propia voz. Estas simbologías son muy interesantes,  probablemente,  debido a que   el artista provenía de una familia liberal y anticlerical.

Jaime Andrade Moscoso Quito, 1913-1990, Estudio en la Academia de Bellas Artes entre 1925 y 1932 donde fue discípulo del escultor Italiano Luigi Cassadio. Después su curiosidad por explorar con distintos materiales y técnicas, lo llevó a estudiar composición mural en The New Schoolfor Social Research de Nueva York, donde fue alumno de Camilo Egas. Para Andrade el arte tenía que ser perenne, por eso dentro de su trabajo escultórico siempre tuvo predilección por materiales duros fue bastante conocido por su habilidad para esculpir en una amplia variedad de materiales, incluyendo mármol, madera, metal, alambre laminado y piedra volcánica,

Una faceta muy importante de su obra es la de muralista, en varios casos con la técnica del mosaico que es visible en varios espacios públicos de arquitectura moderna quiteña de las décadas de 1940 a 1980,  que pueden ser encontradas en la Universidad Central, el ex aeropuerto de Quito, el Banco Central, Los jardines de El Comercio, en la Alcaldía de Quito, entre otros lugares.

Obtuvo varios premios:  El premio de escultura Mariano Aguilera (1940), Premio del Ministerio de Bellas Artes (1940), Premio de Adquisición, en Nueva York (1942), Premio de Escultura de la Universidad Central del Ecuador (1945) , de la Universidad Javeriana de Bogotá (1943), entre otros reconocimientos.

 

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