Sandra Enríquez enfoca en el libro su vida rodeada de naturaleza, plantas y animales.
Espejos rotos es la primera novela de Sandra Enríquez Garzón (Quito, 1963) donde se reivindica el papel de la mujer, pues ella “se empodera de la paz y de la guerra, y arma la nueva liberación del pueblo afroecuatoriano”.
La trama se desarrolla entre 1830 y 1852, y hay humor, “así como amor muy breve y muy fugaz”, comentó.
Enríquez abunda en que el argumento se desarrolla en varios puntos: Mindo (el pueblo de la autora), el noroccidente de Pichincha; Esmeraldas porque la trama está relacionada con los negros que naufragaron en Portete y los sobrevivientes, liderados por Alonso de Illescas, se mezclan con los tsáchilas y se diseminan en palenques.
El amor hacia este pueblo le llega a Sandra desde muy niña porque convivió con gente negra. “Mindo tiene una familia originaria que es los Murcia que son realmente por los que Mindo existe; un personaje que se llama Muña que fue mi ángel desde que yo era niña”, explicó. La novela es un grito de rebeldía, “soy una persona que nunca me quedé con una sola respuesta, fui castigada por la religión desde muy niñita, y como me castigaban leyendo libros para que estuviera quieta esto me hizo amar la lectura y la escritura”.
Una anécdota dentro del proceso de esta novela es que la autora la venía escribiendo desde hace cinco años y “no me atrevía a sacarla por el miedo que paraliza”, pero gracias a un accidente de bicicleta que la mantuvo como tres o cuatro meses con la rodilla dañada decidió terminarla.
Para Sandra, hay muchos temas que faltan en la literatura ecuatoriana y el del pueblo afroecuatoriano es uno de estos. “Mi escritura es muy irreverente, no tengo una formación literaria más que el amor a la palabra, la letra, los libros y una inagotable imaginación”.
Acerca de los cuatro puntos en los que basa el texto, señala que “sus mujeres más viejas son las cuatro negras que liberan y realizan una revuelta que es muy de mujeres y donde la comida es la forma con la que ellas doblegan al poder religioso y la invasión española”.
Sobre el tema amoroso, lo califica como “irreverente, pues ella es muy blanca y él es negro, hay un amor apasionado entre ellos, pero la religión los separa hasta que se vuelven a encontrar en la revuelta de la libertad que arman cuatro viejitas”.
En cuanto al título Espejos rotos, significa que “son los añicos del pasado pues nos enseñaron a vernos en otros espejos”. La escritora Verónica Falconí, quien fue la editora del libro, lo presentará el viernes 24 de enero de 2020 a las 19:00 en el salón Benjamín Carrión de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Quito. (I)