Descansan las manos de Yela Loffredo, maestra de la escultura

 

Descansan las manos de Yela Loffredo, maestra de la escultura

 
Escultora Yela Loffredo. Archivo

Falleció a causa de una neumonía, según declaraciones de su hija Denisse Klein. “El año pasado estuvo dos veces en la clínica en terapia intensiva con neumonía, su problema eran los pulmones. No tuvo COVID-19 en ningún momento, ella estaba aislada, tenía sus enfermeras que estaban aisladas, todas las precauciones y no la pudimos ingresar a la clínica por ese problema, entonces todo el tiempo se la tuvo en casa y se fue complicando, también la edad de ella…”, dijo Klein.

 

En los años 60 creó la Asociación Cultural Las Peñas, junto con varios amigos, entre ellos, Alfredo Palacio. Ella también fue la primera directora del Museo Municipal. “Las luces estaban quemadas, muchas obras estaban envueltas en papel periódico y sobre el piso, y no había un sótano adecuado para conservarlas”, dijo a este Diario cuando asumió el cargo en 1971.

La artista comentó que se adquirió una colección de monedas, se trasladó al museo el Acta de Independencia que estaba guardada en el desaparecido Banco La Previsora y su hija Tanya Klein la ayudó a armar vitrinas para los objetos artísticos y arqueológicos.

De los hermanos Loffredo era la última y la única sobreviviente, dijo Sicilia Loffredo, sobrina y artista de Yela. “Ella siempre fue la más querida de todos. Era mía, la quería mucho, incluso en el arte recibía consejos de ella, yo iba a su casa…”, afirmó.

 

“Aportó mucho a las artes plásticas. Fue una de las mujeres que más sobresalió en las artes plásticas… Ella promovió mucho el barrio Las Peñas… Es una mujer que incursionó en el tema de la arqueología. Deja un legado importante al ser la precursora de las mujeres dentro de las artes plásticas…”, dijo el escultor Juan Pablo Toral, quien también es vecino de la artista.

Toral sugiere que la Asociación Cultural Las Peñas podría llevar el nombre de la artista como un homenaje.

Guayaquil pierde a una figura emblemática de las más respetadas, admiradas y queridas en la segunda mitad de siglo XX y lo que va del siglo actual. Inquieta por todas las manifestaciones culturales del pasado y del presente, ella estudió las huellas de antiguas civilizaciones prehispánicas con idéntico afán que las corrientes artísticas contemporáneas con las que fue identificándose para dejar su nombre plasmado en cientos de esculturas trabajadas en cerámica, metales, mármol, relieves de cristal y resinas, que exhibió en concurridas exposiciones dentro y fuera del país, así como en las espléndidas joyas de inspiración precolombina”, comentó la historiadora Jenny Estrada.

Para Jorge Marcos, director de la maestría de Arqueología de la Espol, Loffredo fue un motor de la cultura. “Aportó en el proyecto de la Espol con los Lunes Culturales, ella fue quien con el apoyo de Gustavo Galindo empezó los Lunes Culturales de la Espol, que fue más o menos al mismo tiempo que nosotros empezamos con la carrera de Arqueología, en 1980”, contó

Marcos, quien también es director del Centro de Estudios Arqueológicos y Antropológicos, agregó que fueron muy amigos, lo que significa para él y su esposa como “perder a una madre”.

 

“La figura de Yela Loffredo tiene un sitio muy especial en el movimiento cultural no solo de la ciudad de Guayaquil, sino de todo el país, incluso una proyección internacional, porque fue una artista muy querida por incontable gente de cultura, de arte, que pudo palpar el trabajo de ella en favor de la promoción cultural y artística de Guayaquil», dijo el historiador y profesor Germán Arteta.

«Nosotros desde jóvenes que acostumbramos ir a Las Peñas conocimos los afanes de Yela por buscar un sitial de verdadera proyección de la cultura en Guayaquil y uno de esos afanes se concretó con la fundación de la Asociación Cultural Las Peñas, que ella impulsó y promocionó durante tantos años y junto con una gran cantidad de artistas plásticos locales, periodistas, intelectuales, les dio un verdadero renombre al movimiento cultural de la ciudad de Guayaquil», contó Arteta, quien también dijo que el espíritu cívico de la artista, la hizo luchar contra otras circunstancias que afectaron al Puerto Principal.

“Fue una pionera en hacer su maravillosa exposición de Las Peñas... pero aparte de eso yo me acuerdo desde que tengo uso de razón, entonces es de los seres que han prevalecido en mi memoria… Se nos están yendo seres que han hecho tanto por nuestra cultura y por elevar el nivel cultural», dijo la soprano Beatriz Gil.

Gil también resaltó a Loffredo como una «gran impulsadora del arte a través de su espacio Lunes Culturales, que dirigió tantos años en la Espol, que fue creadora, mentalizadora de ese espacio cultural maravilloso, que brindó a todo el público de Guayaquil gratuitamente la oportunidad de ver a tantos artistas y fue plataforma para tantos artistas…”. (I)

Detalles

“Cuando me muera y la gente vea la escultura, que digan: ¡esto es para la mujer ecuatoriana, para la chola, para la nativa ecuatoriana!”, dijo Loffredo cuando el 8 de noviembre de 2006 entregó a la ciudad la figura de la Venus de Valdivia, ubicada en la Plaza de las Ágoras del parque Lineal.

El 2020 cumplía 100 años. El 22 de julio de este año iba a cumplir 100 años. Era la decimotercera hermana.

Familia. Su esposo fue Paul Klein, árbitro de ajedrez. Una de sus hijas es Dennisse Klein, dueña de la agencia de modelos Klasse.

 
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