¿CÓMO AFECTA LA PANDEMIA A LA FUNDACIÓN GUAYASAMÍN?

Zona Cultura, programa informativo transmitido por las radios de la Casa de la Cultura entrevistó a Pablo Guayasamín, presidente del directorio de la Fundación Guayasamín sobre la situación que atraviesa la Fundación en este tiempo de pandemia, por la presencia del covid-19.

El administrador cultural lamenta el escaso apoyo estatal para sostener la Fundación que subsiste por el turismo, tanto nacional e internacional y la venta de producciones, de postales, discos, objetos con reproducciones de la obra del maestro Oswaldo Guayasamín.

“Tenemos aproximadamente 45 trabajadores, y de la noche a la mañana nos encontramos en la dolorosa situación de tener que despedirlos, a guías especializados que con mucho esfuerzo los preparamos por años. Hemos llevado una institución que es un ejemplo de autogestión y autofinanciamiento”. Afirma Pablo Guayasamín.

Este centro cultural fue la segunda fundación que se creó durante una dictadura militar a nivel de todo el país. “Ahora para evadir impuestos hay miles de fundaciones, y la nuestra es un ejemplo de actividad cultural, honestidad, empuje y resplandor para los artistas, creadores plásticos e intelectuales, escritores, literatos, gente que hace teatro, música”. Comentó el entrevistado.

“Lamentablemente a todos estos trabajadores que preparamos por años de años, estamos obligados a tener no que despedirlos, sino llegar a acuerdos, por medio del cual cesar sus funciones en nuestra institución. No sabemos cuándo vamos a poder volver a tener el flujo de turismo. Nuestras puertas van a estar abiertas, pero no sabemos si el turismo va a llegar, si la gente interesada en el arte va a ser partícipe de una actividad de tipo cultural”, lamenta el administrador cultural.

La Fundación tiene 48 años de vida y un amplio patrimonio cultural inmenso forjado día a día, primero con la participación directa del maestro Oswaldo Guayasamín, “un patrimonio que bajo el cuidado y la visión plástica del maestro se adquirió pieza a pieza, no por la antigüedad que cada pieza arqueológica, eso no le importaba al maestro, le importaba el mensaje cultural que esa pieza representa”.

Pablo Guayasamín afirma que “entonces, cerrar nuestra Institución sería un retroceso en el campo de la cultura y solidaridad, no un retroceso para Ecuador sino para América latina y países del tercer mundo”.

“Hasta fines de año requerimos medio millón de dólares para poder enfrentar todos nuestros compromisos con nuestros trabajadores, sin que los hijos del maestro Guayasamín que trabajan con la Fundación no reciban un centavo de sueldo, sino solo para trabajadores y el mantenimiento de las obras de arte, declaró el entrevistado.

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