Historia
Desde la perspectiva de Garcilaso de la Vega, el Inti Raymi o Fiesta del Sol era la festividad más grande e importante en los tiempos del Imperio del Tahuantinsuyo, celebrada en el solsticio del mes de junio. Basaba su espiritualidad en el culto al Sol, Apu Inti (deidad solar) también conocido en ciertos sectores como Apu Punchao (dios día).
Refiere Sarmiento de Gamboa que Pachacuti, ya anciano y cuando correinaba con Túpac Yupanqui, celebró un fastuoso Inti Raymi, que coincidió con el retorno de su ejército al Cuzco, tras una triunfal campaña en el Chinchaysuyo: «y habidos muchos tesoros y prisioneros, tornose con todo ello al Cuzco Túpac Inca Yupanqui, a donde fue bien
recibido de su padre con un costosísimo triunfo y aplauso de todos los orejones Cuzcos y por regocijar al pueblo mandó hacer las danzas y fiestas del Sol, cosa de mucho regocijo».
Los súbditos del Inca siguieron festejando la fiesta a escondidas de las autoridades. Un mestizo llamado Garcilaso de la Vega recopiló, en sus afamados Comentarios Reales, descripciones sobre esta fiesta única e incomparable.
Juan de Betanzos, luego de decir que fue el Inca Pachacuti quien instauró la festividad dándole el original nombre de Yahuarincha Aymoray, señaló que principiaba en mayo y se prolongaba hasta junio. Cristóbal de Molina, vio celebrarse el Inti Raymi en el mes de abril de 1535, cuando en el valle del Cuzco se cogían los maíces y sementeras, en la cual cosecha los señores del Cuzco tenían costumbre de hacer cada año un gran sacrificio al Sol y a todas las huacas y adoratorios del Cuzco, por ellos y por todas sus provincias y reinos.
Betanzos menciona que a mediados del siglo XVI el Inti Raymi continuaba celebrándose de manera secreta, resistiendo a la prohibición impuesta por los conquistadores españoles:
Aunque perseguida, la celebración del Inti Raymi se hizo más popular, al ser adoptada por el campesinado hatunruna tras la desgracia recaída en los orejones de las diezmadas panakas incaicas. Por ese tiempo, con toda seguridad, el Inti Raymi, esperanzador y propiciatorio, continuó celebrándose en el reducto patriota de Vilcabamba, presidido por los Incas de la Resistencia.
Origen Mitológico de la celebración
En la mitología y sistema de creencias religiosas de los incas, Inti era el dios del Sol, y una de las más importantes deidades del panteón inca. Como dios solar, Inti está estrechamente relacionado con la agricultura, ya que el sol como cuerpo celeste proporciona a los campos la luz y el calor que necesitan para que crezcan los cultivos. De este modo, Inti era un dios muy venerado por los agricultores de la civilización inca. La cosa no quedaba ahí, ya que el Sapa Inca (rey del Imperio inca) afirmaba descender directamente de Inti, un hecho que aumentaba aún más el prestigio y la categoría de este dios.
Hace un tiempo en una ceremonia del pacha puckuy killa, una sabía anciana quechua decía Yaya Nina (Padre Fuego) es padre de Yaya Inti (Padre Sol) así como Inti es padre de nosotros esta explicación metafórica puede demostrarse científicamente en el sentido de que el elemento fuego es con seguridad anterior a la existencia del Sol, y es gracias a la luz solar que hay vida en el planeta tierra, por ende Yana Nina es anterior a Inti e Inti es dador de vida mediante su luz cósmica, el Illa Ticsi.
Así mismo decía la anciana originaria Debemos pedir permiso antes de prender a Yaya Nina (Padre Fuego) pues en él está presente Wirakocha, es la luz de Wirakocha que está con nosotros por ende la transmisión principal de Wirakocha-Pachakamak es mediante la luz, (radiación electromagnética visible) es una forma de energía, por lo cual Wirakocha como ente no visible está asociado a lo no-manifestado, a la energía vital del cosmos, es por tanto a nuestro punto de vista, la energía fundamental del universo y no es un Dios antropomorfo humano castigador, ni tiene cielo ni infierno ni morada, pues la energía vital está presente en todos los lugares, lo habita todo, y en todo se encuentra, por ellos los nativo-americanos de Abya Yala consideraban sagrada toda la tierra y toda la naturaleza y lo que en ella se contiene, pues cada rio, roca, hojas, el viento y las montañas son expresión visible de la energía vital no visible, esa energía bondadosa que hace que el mundo sea y exista, es Wirakocha…
Yaya Inti como portador de la luz de Wirakocha, era la segunda manifestación más importante después de Wirakocha-Pachakamak, especialmente para los Incas, quienes se consideraban Intik Churin es decir Hijos del Sol.
La manifestación de esta energía se expresa en la naturaleza mediante distintas formas que los andinos supieron reconocer, una de ellas es Illapa el rayo o relámpago que resuena en las alturas de las punas andinas, otro muy nombrado es el Illa Ticsi o luz fundamental, los cronistas al escuchar sobre Illapa e Illa Tiqsi creyeron que son dioses, y acusaron a los andinos de idolatras por tener muchos dioses, no comprendiendo que Illapa e Illa Ticsi son manifestaciones de la energía del cosmos y no son dioses.