EL SECTOR CULTURAL SE RECUPERA GRADUALMENTE, PERO LAS PÉRDIDAS CONTINÚAN SIENDO ALTAS

Con la llegada de la pandemia, el sector cultural se vio seriamente afectado. Conciertos musicales, lanzamientos de libros, presentaciones de teatro, exhibiciones de películas, grabaciones, congresos de literatura, premiaciones, ferias… todo se paralizó. 

Mermados sus ingresos, la cultura se vio abocada a reinventarse, pero sobre esa transición gravitaban algunas dudas: ¿la labor del artista es ofrecer contenido de forma gratuita? Tal decisión ¿sería el preludio del apocalipsis de la industria? 

La cultura navegó entonces por un océano de preguntas hasta encontrar muelle, pero en ese proceso los libros de autoayuda y la cultura del amarillismo eclipsaron a las masas.

El arte, a la sazón, empezó a flotar con una bitácora que orillaba a la hiperproductividad, es decir a la elaboración desmedida de libros y canciones exprés. 

Ya más sosegada, pero aún con el rescoldo de la pandemia, la cultura -siempre reflexiva, disidente, antisistema- viene peleando contra la vorágine mediática: ha tenido que detenerse para escuchar, para interpretar, para deglutir y para volver, pero de otra forma.

Y lo está haciendo gracias a esa gran grieta (distanciamiento) por la que se filtró la luz: la virtualidad. Desde allí todavía hace digestión, de manera lenta, pero cada vez con mayor enjundia.

Recuento

El 16 de abril del año que decurre (2020), durante el cénit de la pandemia, unas 30 organizaciones firmaron una carta abierta donde proponían medidas en torno a un Acuerdo Nacional por el Arte y la Cultura, ante la evidente fragilidad de un sector que, frente a la paralización y el confinamiento, no podía desarrollar sus actividades ni generar recursos económicos para sus hogares. 

Tal preocupación también fue expuesta en otra carta firmada por la presidencia de la Casa de la Cultura ecuatoriana. El fin era que se declarase al sector artístico-cultural en emergencia y como sector prioritario para la contención de la crisis, así como “eliminar las restricciones de contratación relacionadas a bienes y servicios artísticos y culturales señalados en la circular de ese día (16 de abril) del Ministerio de Economía y Finanzas”. 

Se detectó a partir de ese llamado que entre los 471 artistas residentes en Guayaquil, 233 trabajadores de la cultura estaban vinculados con las artes escénicas; otras 75 personas se vinculaban a las artes circenses y otras 73 al trabajo musical y sonoro. El resto de actores culturales trabajaba como literatos, fotógrafos, gestión cultural y en artes plásticas. 

De acuerdo con José Daniel Flores, en esos meses subsecretario del Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCyP) y ahora director (e) del Instituto de Fomento a la Creatividad e Innovación, se detectó que, de acuerdo al Registro Único de Artistas (RUAC) y las variables de análisis, al menos el 20% del sector estaba en condiciones de vulnerabilidad. 

En agosto, el Ministerio de Cultura y Patrimonio entregó el reporte a nivel nacional del impacto económico del covid-19, elaborado por el Sistema Integral de Información Cultural (SIIC), que presentó la estimación de las pérdidas económicas en el sector Arte y Cultura, correspondientes al mes de abril. Promediando la dinámica de las actividades incluidas en el cálculo se estima que el sector artístico y cultural tenía el 85% de paralización. 

El valor calculado para el mes de abril por paralización fue de $ 31’228.560,13, cantidad que se divide para los siguientes sectores artísticos y culturales:

En el empleo cultural adecuado se encuentran actividades artísticas y culturales formalizadas y encadenadas con otros sectores. Se estima que en esta categoría se hallan 140 mil plazas de trabajo. 

El informe se refiere a trabajadores formales vinculados al arte y la cultura de forma directa o indirecta, no únicamente a artistas. En cuanto a ingresos, el 58,2% de este grupo gana entre $ 395 a $ 788; el 21,78% recibe entre $ 789 y $ 1.192; y el 7,01% obtiene entre $ 1.183 a $ 1.576; apenas el 2,54% recibe menos de $ 400. 

La Unesco ofreció una serie de recomentaciones 

En octubre de este año, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) presentó una serie de indicaciones para fortalecer la resiliencia de las industrias creativas y culturales ante la pandemia del covid. Estas fueron algunas: 

Garantizar la percepción de ingresos en un contexto en el que la demanda privada es muy escasa, o incluso inexistente.

Fomentar la creación de obras y la creatividad, mantener a los artistas en condiciones que les permitan proseguir con sus creaciones y garantizar la continuidad de su relación con el público; mostrar en primer plano a los creadores y sus obras ante las diferentes audiencias y públicos.

Movilizar la potente capacidad del Estado en materia de gastos y empréstitos.

Facilitar el acceso a contenidos culturales que contribuyen a reforzar el sentimiento de pertenencia y la cohesión social por ser significativos y pertinentes para las diferentes audiencias y públicos.

Enriquecer el patrimonio cultural con obras nacionales, experimentar nuevas modalidades de creación y difusión, incrementar y ampliar las diferentes audiencias y públicos, y crear nuevos canales de difusión cultural. Encargos y compras de obras Elementos a tener en cuenta para su aplicación. 

Establecer procedimientos equitativos de selección, delegando en particular la responsabilidad de su ejecución fuera de los ministerios y evitando incurrir en arbitrariedades so pretexto de que urge actuar.

Fijar remuneraciones equitativas. 

Dejar bien sentado que el encargo de nuevas obras y creaciones no significa en modo alguno una adquisición de los derechos de autor.

Concebir programas de encargos que sean transparentes, estrictos y susceptibles de cumplir con las exigencias de las futuras auditorías. Evitar errores. 

Prestar atención a la cuestión de la gratuidad de las obras procurando no sentar precedentes y no desvalorizar el trabajo del artista, y no dando pie a que se considere que el fomento de la creación artística y cultural es una tarea que incumbe exclusivamente al Estado y que sólo se financia con inversiones públicas.

No centrarse exclusivamente en el apoyo a la creación dejando que los creadores tengan que asumir, por sí solos y sin medios adicionales, la promoción y distribución de sus propias obras. Para llegar a las audiencias y públicos puede ser necesario crear nuevos conductos de distribución –sitios web, en particular– o asociarse a los que ya existen, por ejemplo a los pertenecientes a medios informativos de servicio público.

Procurar que la existencia de una situación excepcional no desemboque en un acaparamiento abusivo de funciones por parte de los directores de instituciones públicas, que podría conducir a la adopción de programas más excluyentes, o incluso discriminatorios.

Impacto del COVID-19 en el sector artístico y cultural en Ecuador  

 

Pérdidas económicas a nivel nacional

Debido a la pandemia todos los sectores han sufrido grandes pérdidas económicas, de manera que el Sistema Integral de Información Cultural (SIIC), después de revisar los datos de fuentes primarias realizó estimaciones de las pérdidas para el sector artístico y cultural, tomando las ventas totales y exportaciones del año 2019 registradas en el Servicio de Rentas Internas (SRI) de un total de 28 actividades económicas  relacionadas con el sector, para los meses de marzo, abril y mayo. 

Para la estimación se contempló una ponderación de la paralización de las actividades involucradas, en función de dos factores propios de los  agentes económicos del sector artístico y cultural:

• Cadenas de producción: se consideraron los segmentos de las diferentes cadenas de producción que, dadas las medidas de confinamiento, lograron o no ejecutarse.

• Adaptabilidad del uso de plataformas digitales para mantener y/o producir bienes y servicios culturales: no referido tan solo a la promoción sino ya como parte de las diferentes fases (creación, producción, circulación, clasificación, distribución, promoción y acceso).

Promediando la dinámica de las actividades incluidas en el cálculo, se estima que el sector artístico y cultural tuvo el 85% de paralización, presentando pérdidas por alrededor de 70 millones de  dólares. 

Las actividades que en los tres meses de análisis presentaron más pérdidas son: las actividades audiovisuales y cinematográficas, con un 44,79% en promedio, seguido de las actividades editoriales, de publicación de libros e investigación con un 24,42%, y el resto de actividades capturan el 30,78%. 


Pérdidas económicas del sector artístico y cultural – marzo a mayo 

° Actividades audiovisuales y cinematográficas: 31’690.479, 56

° Actividades editoriales de publicación de libros e investigación: $ 17’278.921,46 

° Actividades económicas relacionadas a diseño gráfico, de interior, fotografía especializada: $ 7’444.081,10 

° Actividades de artistas individuales las escuelas, productores de obras y clases particulares de arte: $ 9’156.616,94 

° Actividades relacionadas a espectáculos musicales y escénicos, así como salas de conciertos y teatros: $ 4’794.621,47 

° Actividades de museos y gestión de espacios históricos: $ 380.905,15

Fuente SRI-Estadísticas Multidimensionales. Elaborado por el Sistema Integral de Información Cultural (SIIC). 

 

 

 

Reactivación económica

La reactivación económica que ha logrado el sector artístico y cultural durante el periodo de junio a octubre, considerando el apoyo del Ministerio de Cultura y Patrimonio, con la implementación de protocolos de bioseguridad para la reactivación de las actividades y servicios culturales y la adaptación de las personas a las plataformas digitales, se ha calculado de igual forma con los reportes de ventas totales y exportaciones del año 2020 del Servicio de Rentas Internas (SRI), obteniendo una recuperación de aproximadamente 69 millones de dólares. 

Como se demostró en el cálculo de pérdidas hay actividades que tienen una mayor participación dentro del sector artístico y cultural, por lo cual, las actividades audiovisuales y cinematográficas para los meses de junio a octubre, han reportado una reactivación de alrededor de 22 millones de dólares, lo cual representa un 32,23% de recuperación con respecto al sector artístico y cultural total, seguido de las actividades editoriales, de publicación de libros e investigación con un 27,97% y las actividades económicas relacionadas a diseño gráfico, de interior, fotografía especializada con un 18,74%.

Si bien esto implica una mejoría en las condiciones económicas del sector artístico y cultural por la reactivación de sus actividades, con respecto al año anterior se sigue evidenciando pérdidas, sin embargo, hay que reconocer la recuperación notable del sector.

 

Reactivación económica del sector artístico y cultural– junio a octubre 2020

 

 

 

Fuente SRI – Estadísticas Multidimensionales. Fecha de actualización: 14 de diciembre de 2020. Elaborador por: Sistema Integral de Información Cultural (SIIC) 

FUENTE: EL TELÉGRAFO

 

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