“IMBAYA, LA LAGUNA DE YAHUARCOCHA” OBRA DE LA SEMANA EN LOS MUSEOS CCE

La Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” y sus Museos presentan la obra “IMBAYA, LA LAGUNA DE YAHUARCOCHA”, y se expondrá el martes 22 de junio, a las 18h00.

Esta obra pertenece a la Reserva del Museo Etnográfico de la CCE, Patrimonio Histórico y Universal que fortalece la campaña institucional #CCEnTuCasa. Pueden visualizarla a través de Sitio web y en Facebook (@casadelaculturaecuatorianabenjamincarrion), Twitter e Instagram, y escuchar por las radios 940AM y 100.9 FM, de lunes a viernes.

Hacemos reminiscencia de la hoy llamada: Laguna de Yahuarcocha, y que las fuentes mencionan que originalmente se llamaba Imbaya o Cochacaranqui. Ubicada en la Provincia de Imbabura, a cuatro kilómetros de la ciudad de Ibarra y a unas dos horas de la ciudad de Quito, Yahuarcocha es un vestigio vivo de los tiempos postglaciares, con una antigüedad mínima de 12.000 años. Tiene un espejo de agua de 257 hectáreas.

La conquista incásica se selló a costa de la sangre de miles de nativos que, posiblemente no pudieron ser sepultados, ya que fueron arrojados al fondo de una laguna, tiñendo de rojo sus aguas. La laguna apareció entonces a la vista de los indígenas como un mar de sangre que, aterrados le apellidaron Yaguar-Cocha, nombre con el cual se la conoce hasta ahora. Su nombre se deriva de las raíces Kichwas: yaguar=sangre y cocha=lago, lengua que se habla principalmente en la región de los Andes en Sudamérica.

 

Actualmente, la laguna se ha convertido en uno de los principales centros turísticos de la provincia de Imbabura, rodeada de miradores naturales y un entorno de cultivos y terrenos de indígenas. Yahuarcocha es históricamente importante porque hay estudios realizados por investigadores que afirman que es un área que contiene evidencia arqueológica muy amplia e inexplorada. La evidencia sugiere que hubo una frontera pre-colombina o línea fronteriza, la cual, dicen los expertos, existió entre las fortalezas incas y las fortalezas de los indígenas cayambis. El descubrimiento aportó evidencia arqueológica que apoya lo que se creyó pura leyenda, contada repetidamente por los españoles cuando ingresaron a Sudamérica durante los siglos XVI y XVII. 

El genealogista ecuatoriano Guillermo Bossano, asegura que la defensa nativa, debió combatir en las tierras de Cochasquí, Cayambe, Guachalá y Caranqui, dirigidos por los caciques Nazacota Puento (cayambis) y Pinta o Pintag (caranquis), quienes resistieron por años y se aliaron con las tribus de Pasto. La ciudad de Quito fue el centro habitado por los colonos cuzqueños y se convirtió en un importante centro imperial. Desde ahí el Inca gobernaría su imperio durante ese conflicto.

Sarmiento de Gamboa, quien calificó como valientísimo a Pintag, narra así el final de la sangrienta invasión y conquista del Reino de Quito por Huayna Cápac:

 

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