Zona Cultura, programa de entrevistas de radio Casa de la Cultura y CulturaFM entrevistó al actor, dramaturgo, gestor cultural, poeta, docente e investigador, Javier Cevallos Perugachi, para hablar sobre el estado de la cultura en esta emergencia sanitaria.
¿Cómo califica el escenario que enfrentan los artistas de la ciudad y del país en esta emergencia sanitaria?
El sector artístico es un sector económico. La idea de lo económico, le asusta a la gente porque relaciona con capitalismo duro. La economía es parte de la sociedad.
Somos uno de los primeros sectores que somos golpeados. Y vamos a ser uno de los últimos sectores en recuperarse.
La gente, en lo único y lo primero que dejo de gastar es en arte y cultura. Y será lo último que decida empezar a frecuentar una vez que se solucionen estos problemas.
¿Cómo entendemos esa dinámica?
Los hábitos de consumo de la gente, en general, de todos nosotros vamos a cambiar, eso no es solo en nuestro sector, a ratos pienso que los gestores culturales es como que fuéramos seres espaciales, medios extraterrestres que estamos sobre los demás.
Los restaurantes van a tener que repensarse, nosotros también. Yo creo que somos los responsables de pensar en la cultura como imprescindible y de lujo.
Lo que hay es mucha oferta, que aparentemente es gratuita. Es decir, cosas que tú subes online y demás, pero lo que no sabes es que no es gratuita. Todo tiene un costo de trabajo.
¿Cómo se encuentran los artistas?
Hay artistas que viven del día a día. Y el día a día se acabó, entonces entraron en una crisis brutal.
Ciertas organizaciones y ciertos procesos que han podido resistir un mes, pero ya están comenzando a padecer.
Si no actuamos ahora, van a desaparecer.
El golpe es demoledor. Hablo de un sector que justamente vive en el día a día y a ratos en la informalidad, me refiero a la relación con la legalidad de la estructura estatal. Es decir, que no tienen seguro social, que no genera ahorro. Que vive del día a día.
Las artes escénicas, si se nota el golpe, además a todo el mundo se le cayó todo. Estamos haciendo la red de esfuerzos escénicos, como en La Comuna Quito, que reúne casas culturales, hemos ido sacando cuentas de cuanto más o menos implicó el impacto económico solo de suspender marzo.
En la red de espacios escénicos, la cifra llega a casi 54 mil dólares en pérdidas, que no solo es la pérdida del espacio, sino también de los grupos, de los programas que ya estaban pactados. Creo que es necesario tomar en cuenta datos para poder visibilizar de alguna manera la situación.
En un comunicado Camilo Restrepo Guzmán, presidente de la Casa de la Cultura, Sede Nacional propone crear un fondo de cultura, de apoyo a los artistas, así como también el llamado a la UNESCO y al gobierno nacional de ayuda humanitaria para los artistas.
¿Ustedes se sumarían a este llamado que hace la Casa de la Cultura?
Apoyamos toda iniciativa que busque ayuda. Desde las asociaciones de grupos escénicos, hace tres o cuatro semanas vemos que la gente está como conectada a ciertas ideas que son obvias, o sea que no vamos a decir que nosotros lo inventamos.
Nosotros estamos trabajando en la resolución del Consejo Metropolitano, que contiene tres puntos:
Que todas las instituciones estatales, lo que quede del presupuesto de cultura del 2020, definitivamente tienen que pasarlo a una lógica de contratación de fomento y de gestión local.
Es decir, cada GAD, ya no podrá tener las grandes fiestas con tarimas y artistas internacionales porque no se va a poder y eso es una gran oportunidad.
Eso tiene que pasar a gestión y fomento local.
Que ese dinero tiene que ir a investigación, a creación, a procesos de fomento y fortalecimiento interno de todos los proyectos culturales artísticos. Que cuando nos volvamos a encontrar sean cosas de mucho alcance y mucho impacto.
¿La compra de procesos entonces?
Más bien líneas de fomento y allí, a ratos creo que nuestra discusión eterna es que tradición de nuestra realidad cultural hay. Porque claro, las líneas de fomento, no son fondos concursables tampoco. Hay varias líneas de fomento que están en territorio, líneas de fortalecimiento a los espacios para que los espacios sean lugares donde se brinde un servicio o se cree una experiencia digna al público.
La segunda cosa que pedimos a nivel, tanto estatal y local, es exoneración de impuestos para las actividades artísticas. Son trabajos de varios compañeros durante años. Ahora estamos en el Municipio pidiendo que también evalué los impuestos municipales, las tasas municipales y que haya una exoneración.
Que este dinero que estamos pidiendo vaya a la gestión local.
La tercera petición es que, en algunas instituciones se pierde mucho en contratación de eventos, normalización de espacios y legalización de espacios.
Es decir, firmas de comodatos, que haya reglamentos claros, para que los espacios además puedan tener licencia de funcionamiento, que no tienen.
Entender la especificidad de los espacios donde se genera arte y cultura, que no es lo mismo que la discoteca.
¿Con estas propuestas se busca acercamientos, por un lado, con el Consejo Metropolitano de Quito, también lo que será con el Ministerio de Cultura y Patrimonio?
Hablo de esta interacción público privada, es decir hay que partir de un hecho: Ni el estado ecuatoriano, ni ningún estado en el mundo va a poder pagar sueldo a todos los que se declaren artistas, eso sería una locura.
Tenemos tres peticiones básicas que no se dirigen a un solo sector, ni condicionan ninguna contratación, son políticas culturales macro. Es decir, hablamos de exoneraciones impositivas, son incentivos macro.
Un colchón desde lo estatal, para que la actividad artística crezca.
Pero hay otras que son muy macro que hasta ahora no funcionan, como el régimen del Fondo de Fomento de las Artes, Cultura e Innovación, IFAIC del Ministerio de Cultura que genera la relación entre el Ministerio de Cultura y el de Educación, para trabajar en educación y artes.
Que el “Arte para todos” debe coordinar el IFAIC, un proyecto echo por la Presidencia de la Republica que intenta hacer lo que hace el EFAC
Entonces allí es donde hay contradicciones estructurales.
¿El estado, como un regulador no un promotor?
Eso es. Muchos compañeros estamos de acuerdo en que fondos concursables o contrataciones, no son la forma de hacer política cultural. Lo que necesitan es un ente regulador, gente que conozca y que teóricamente tenga una visión muy clara.
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