El escritor manabita Jeovanny Moisés Benavides Bailón (Portoviejo, Manabí,1981) fue el ganador del premio de novela corta “Miguel Riofrío”, con su obra “Pilares de la noche vana”, convocado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Loja.
En Zona Cultura fue entrevistado y emitido por las radios de la Casa de la Cultura, de profesión periodista, con doctorado en Comunicación por la Universidad Nacional de La Plata (Argentina) y profesor de la Universidad Técnica de Manabí.
“He escrito cuentos, novelas. El Libro “Pilares de la noche vana” narra un viaje por Argentina y España, una historia que fácilmente puede estar ambientada en diversos escenarios. El autor realizó su formación doctoral en estos dos países, entre el 2012 al 2016, es la descripción de varios escenarios y sus personajes.
“España en el aspecto formativo, personal que me dio mucho, y quise ubicar mi historia ahí. Aparte, porque hay una descripción impresionante sobre lo que son estas ciudades, sobre lo que significa para mucha gente, en particular su cultura, historia, gastronomía y costumbres”, comentó el autor.
La obra cubre determinados parámetros: de la fuerza que puede tener cada ser humano como para superar las adversidades, el mensaje de la novela es que “debemos reponernos ante todas las adversidades y continuar batallando”.
Jeovanny Moisés Benavides les comentó a los oyentes de Zona Cultura que “le gustaría llegar a muchos lectores por los medios digitales y que sus historias sean leídas para que la gente se conmueva y empiecen a tomar decisiones acertadas en su vida”.
“Uno como escritor debe ser capaz de romper el hielo que llevamos dentro, y en ese sentido, es un compromiso fuerte del escritor para buscar la sensibilidad en los lectores. La vida nos avoca a una vocación que es muy delicada. El oficio del lector es en solitario, pero nos da muchas satisfacciones. En ese sentido explotar la sensibilidad en los lectores es uno de los nortes que busca mi trabajo”, señaló Benavides.
Además, aseguró que “cuando uno hace una novela sabe que se mete en una tarea muy seria. En ese sentido, la escritura ayuda a que encontremos la paz que estamos buscando, muchas posibilidades que creíamos limitadas.
“A las personas que están en sus casas les puedo decir que escriban sin pensar en destinatarios previos, sino que escriban para su propio placer, y que sean difíciles de complacer, para que la escritura como tal tenga un nivel de rigurosidad que se exige en estos tiempos”.
También que hay que leer. “No existe un buen escritor que no sea un buen lector, el escritor tiene sus horas fundamentales a las cuales regresa siempre. En mi caso, yo siempre regreso a los clásicos y convivo con ellos, y trato siempre de que no pase un día, sin que pueda releer algo grande de autores grandes como Shakespeare, Cervantes, que pueda quizá no marcar la obra de uno, pero puede ser el norte para direccionar los trabajos que uno está haciendo”, recomendó el escritor.