Fabiola Pazmiño, coordinadora de programación de la Fundación Teatro Nacional Sucre (FTNS) habla sobre reprogramación de agenda con eventos que priorizará la participación de artistas nacionales.
La FTNS mantiene cancelada su programación en sus espacios. ¿De qué manera ustedes trabajan?
Cancelamos nuestra programación en vivo. Tenemos la suerte de contar con un gran equipo que a lo largo de toda nuestra actividad en los festivales, encuentros y muestras, es un registro digital y audiovisual.
Gracias a esos registros de la programación recabada, a lo largo de varios años, se difunde una selección del material para presentarlo, se considera la calidad y las presentaciones relevantes.
¿Cuentan con los derechos de difusión?
Todos los artistas con lo que hablamos están de acuerdo y emocionados por cedernos los derechos para difundir sus trabajos.
¿En qué medios el público puede ver esta programación?
Nuestra plataforma de difusión principal es Facebook. Nosotros tenemos varias cuentas, entre ellas: la del Teatro Nacional Sucre , la de la Fundación, del Teatro México,Teatro Variedades y Centro Cultural Mama Cuchara, cada una tiene sus públicos diferentes.
¿Qué pasa con los elencos; están haciendo funciones virtuales?
Sí, ustedes pueden entrar al Fanpage del Centro Cultural Mama Cuchara, tenemos contenidos actualizados: los solistas, cantantes, músicos difunden conciertos pequeños y los suben a las redes.
Afortunadamente el trabajo de los músicos puede continuar sin necesidad de asistir al Centro Cultural, los músicos preparan los arreglos de los repertorios.
El maestro Tadashi Maeda director musical de la fundación, tiene revisado el cronograma con los ensambles y los músicos de las obras que están por estrenar, presentar o reponer.
Qué pasa con la Fiesta Escénica, ustedes tenían pensado que si se ejecutaría en el mes de mayo, pero las autoridades locales y nacionales han confirmado que los eventos masivos continuaran prohibidos durante todo abril y mayo.
Al respecto nosotros nos reunimos con el comité de programación de FTNS y hemos visto la necesidad de mantener de alguna manera nuestra programación con los artistas nacionales, es un compromiso adquirido y los artistas nacionales cuentan y necesitan este apoyo de contrataciones.
Nuestro compromiso es mantenernos y reagendar, de realizar el evento más adelante únicamente con grupos nacionales.
Planificamos la curaduría en este momento y la próxima semana ya tendríamos a los seleccionados.
De la misma forma cancelamos el Festival de Música Sacra, con los artistas nacionales de ese festival, también estamos viendo la manera de reagendar para presentaciones esporádicas, para así sustentar en algo las necesidades económicas con los artistas nacionales.
El Ecuador Jazz está programada para el segundo semestre. ¿Sucederá lo mismo, solo artistas nacionales?
Estamos sumamente optimistas de que el Ecuador Jazz no se sea afectado por la pandemia y que la emergencia se levante y permita parcialmente reestructurar el festival de ser necesario.
Los artistas internacionales sientan la confianza de que si el mundo lo permite el festival se va a dar,como suele ser esa gran fiesta, con artistas de renombre nacional e internacional: tenemos nombres confirmados.
Cuando El Ministerio de Cultura y Patrimonio propuso pagar a artistas vulnerables que presenten sus obras desde su casa tuvo mucha crítica que dejó ver el interés de la ciudadanía por priorizar los recursos al lado de la salud. ¿Existe la posibilidad que el presupuesto de la FTNS se desvíe a la emergencia que vive la ciudad o existe la garantía para financiar la gestión cultural de la fundación?
Te mentiría si te hablo de alguna garantía, pues como bien sabemos estamos viviendo un día a la vez. Estamos absolutamente conscientes que la prioridad es la salud y la crisis de emergencia.
Nosotros nos acoplamos a lo que disponga el señor Alcalde, sin embargo, es importante señalar que el sector cultural no se ha perjudicado ahora en la crisis actual, sino que ha sido siempre dejado de lado y menospreciado en general, durante décadas y los artistas son también ciudadanos y hay artistas en situaciones muy precarias.
Hay que pensar en los artistas no como un sector apartado sino como parte importante de la sociedad.