Autor: Anónimo
Siglo: XVIII
Técnica: Óleo sobre tela
La Virgen de la Merced está considerada como una de las devociones más antiguas de Quito y con mayor culto en la época colonial. Fue nombrada Patrona de las Fuerzas Armadas y la nombraron como la Generalísima, Patrona de las Calamidades Publicas, Virgen del Volcán, Virgen de los Terremotos especialmente de los terremotos de 1575 y sus posteriores sismos, así como las erupciones volcánicas y también fue llamada como la Peregrina de Quito, ya que para la reconstrucción de su Basílica fue peregrinando toda la Audiencia, de manera continua, al sur hasta Chile y al norte hasta México.
La fiesta de Nuestra Señora de la Merced se celebra el 24 de septiembre, en varias ciudades del país y puede incluir vísperas, procesiones, serenatas, misas, desfiles y la fiesta comunitaria.
En la ciudad de Quito, su templo fue levantado en el siglo XVI, que posteriormente fue afectado por un terremoto, pero fue reconstruido en el siglo XVIII. La Virgen de la Merced fue llamada la Virgen del Volcán y de los Terremotos por la protección que dio a Quito en los terremotos y en las erupciones volcánicas fuertes de la época.
Obra de gran belleza. Los rostros de la Virgen y el Niño Jesús plasman la dulzura y la ternura de la maternidad. El hermoso mando de tul con decoraciones que lleva el atuendo de la virgen y las joyas de la época que adornan su atavío, así como el precioso marco de madera tallado con pan de oro, demuestran que se trata de una obra maestra realizada por un gran artista de la escuela quiteña, de identidad anónima
