Autor: Anónimo
Técnica: Oleo sobre hojalata
Siglo: XVIII
En el siglo XVIII, el jesuita italiano Antonio Genovesi deseaba una imagen mariana que aumentara la devoción en los fieles. Pidió a una mujer piadosa y de visiones, que le pidiese a la Virgen que los inspirase para hacer una imagen diferente.
La Virgen se le apareció reluciente, sosteniendo con sus manos un alma para que no cayera en las fauces de la bestia infernal, también un ángel ofrecía al Niño Jesús que llevaba la Virgen en brazos, un canasto lleno de corazones preservados del mal. Le dijo a la mujer “Observa bien mi traje, mírame atentamente y tal como me ves quiero ser retratada”. La Virgen le manifestó a la mujer que quería ser venerada bajo el título de Madre Santísima de Lumen o de la Luz.
La mujer buscó al pintor en Palermo para empezar a retratar a la Madre Santísima que se le presentó. A pesar de todo, la imagen no resultó como había pedido la Virgen, se volvió a aparecer y dijo “vete donde el pintor, donde me hallarás a mí, sola, visible y tú teniéndome delante instruye al pintor, yo invisible le dirigiré el pincel para acabar la obra”, cualquiera sabrá de la belleza más que humana, que inteligencia y arte superior había dispuesto colores y delineado la obra.
La mujer no tardó en dirigirse a donde el pintor. Al ser terminada la obra, la Virgen sonrió y con beneplácito aseguró que obraría muchísimos milagros en favor de aquellos que invocasen y honrasen el nombre de Nuestra Señora de la Luz.
Los jesuitas decidieron que la imagen debería ser destinada a una de sus nuevas casas en América, decidieron hacer un sorteo y tres veces realizaron un sorteo y las tres veces apareció nombrada la ciudad de León – Guanajuato.
En 2 de julio de 1732, la imagen de la Virgen de la Luz fue recibida en un gran jolgorio. Los jesuitas se encargaron de propagar el culto a la Santísima Madre de la Luz en toda América. En México, en 1742, en la iglesia de los dominicos ya existía la imagen en el altar de las ánimas, fundando una cofradía en su honor. Benedicto XIV concedió varias indulgencias y privilegios.
El Ayuntamiento de la ciudad de León había jurado a la Santísima Virgen de la Luz como Patrona contra los rayos y centellas. El Papa Pío IX, el 19 de septiembre de 1872, declaró a la Santísima Virgen de la Luz Patrona principal de la diócesis de León – Guanajuato.
El 8 de octubre de 1902, el Papa León XII, Corona a la Virgen pontificalmente. La festividad de la Madre Santísima de la Luz, se celebra el miércoles anterior al domingo de Pentecostés, el 31 de mayo y el 2 de julio.