El concepto de mediación proviene del Derecho y es la forma mediante la cual se busca que un conflicto llegue a una solución. La mediación se fundamenta en la confianza, la buena fe, la voluntad y busca alcanzar un proceso justo para las partes involucradas. En la pedagogía y la cultura y cuando hablamos de bienes culturales la mediación lectora es una forma de disminuir la brecha o la distancia entre quienes no tienen acceso. En palabras de Tanya Benítez, Directora de la Biblioteca Pública de la Casa de las Culturas; es tender puentes, es una posibilidad para acercar los libros y convertirlos en un amigo, un colega o un compañero de viaje.
Para Benítez, la mediación es además un compromiso ético, político y social, «Es abrir a las niñas, niños y jóvenes oportunidades de mirar más allá de lo que la sociedad, los medios de comunicación y las redes les ofrecen».
Desde la apertura de la Sala de Lectura Infantil en la Biblioteca Pública de la CCE las actividades de mediación no han parado y cientos de niños y jóvenes ya han podido disfrutar de lecturas guiadas, teatralizadas y hasta cantadas. Para María José Gálvez, mediadora de la OEI y la Casa de las Culturas, los libros son instrumentos de transformación y conocimiento y es una responsabilidad de las instituciones y el Estado brindar acceso a la lectura, la información y los saberes de una manera lúdica, con personas capacitadas y libros de calidad.
En experiencia de Gálvez la mediación es un proceso de aprendizaje horizontal en el que se aprende todos los días, pues cada grupo es diverso y esa misma diversidad significa un reto y formación constante.
Según Michèle Petit, los mediadores son un tercero mágico, un tercero cariñoso que irrumpe en la vida de la gente para llevarla hacia otros mundos. Por ello, para Tanya Benítez, que cada vez más las compañeras y compañeros bibliotecarios incursionen en la mediación es motivo de alegría y celebración. Puesto que, gracias a la mediación y los mediadores, desde la CCE, trabajamos en la formación de lectores para que cada vez más las niñas, niños, jóvenes y adultos se contagien del gusto y el amor por la lectura.
