Los montubios ecuatorianos son un pueblo mestizo de origen campesino que habita en las zonas rurales de las provincias costeras del país. Están diseminados por las provincias de Guayas, Los Ríos, El Oro y Manabí, y en otras zonas en menor proporción.
Son un pueblo laborioso, profundamente regionalista y amante del campo. Posee costumbres y características culturales propias. Entre las socio-económicas culturales más destacadas están su vocación para las actividades agrícolas, su espíritu combativo y guerrero, y su probada destreza para domar caballos.
Jinetes montubios ecuatorianos en un rodeo
Su origen se sitúa en la Colonia luego de la Conquista española del Ecuador por el cruce de indígenas, blancos y negros africanos esclavos. El pueblo montubio ha sido protagonista de la historia del Ecuador desde la Guerra de Independencia hasta la actualidad.
El aporte del pueblo montubio al desarrollo económico y social del país y al enriquecimiento cultural del Ecuador ha sido significativo, al punto que desde el año 2008 los montubios fueron reconocidos en la Constitución de la República como un grupo étnico o cultura del Estado ecuatoriano.
Origen e historia
El término montubio alude al monte como lugar de nacimiento (montu), a los ríos (fluvius) y al hombre o vida (bio). Es decir, al hombre del monte o del campo.
El escritor José de la Cuadra en su libro Los Sangurimas por primera vez utilizó este vocablo con la «v» (montuvio) para referirse a este pueblo de la costa ecuatoriana. Con ello quiso romper el estereotipo de simples campesinos y darle una connotación más importante.
El origen del pueblo montubio se sitúa durante el período colonial con el cruce étnico entre nativos ecuatorianos, blancos españoles y negros africanos. Sin embargo, en el proceso de mestizaje posterior se unieron inmigrantes de otras nacionalidades como italianos, ingleses, franceses, checos, yugoslavos, libaneses y palestinos.
Su crecimiento y desarrollo como pueblo ocurrió entre los siglos XVII y XVIII, cuando adquirieron su fisonomía e identidad tan peculiar. Se fueron distribuyendo a lo largo de toda la costa ecuatoriana en diferentes zonas, pero también habitan en las costas de Perú y Colombia.
El primero en describir al pueblo montubio fue el viajero inglés William Bennet Stevenson en su libro Narración histórica y descriptiva de veinte años de residencia en Sudamérica.
Un pueblo guerrero
Durante todo el siglo XIX los montubios fueron protagonistas de la historia ecuatoriana. Desde la Guerra de Independencia, luchando al lado de realistas y patriotas, hasta las montoneras y milicias de las guerras posteriores.
Debido a su bravura y determinación, los montubios fueron reclutados por igual por conservadores y liberales para luchar por sus ideales y por el poder.
Durante la Guerra de Independencia (1809-1822) los montubios pelearon al lado de los españoles realistas y los patriotas. En las filas libertarias se agruparon en los batallones de Daule y Yaguachi, al lado del mariscal Antonio José de Sucre y el Libertador Simón Bolívar.
Después participaron en las montoneras de los Chilintomos entre 1825 y 1827 y en la Revolución de los Chihuahuas, liderada por Vicente Rocafuerte y Pedro Mena. Luego se enlistaron en las montoneras lideradas por caudillos regionales para pelear en la Revolución de los Chihuahuas (1833-1834) y en otros movimientos.
Estos guerreros participaron en todas las revoluciones posteriores que ocurrieron a lo largo del siglo XIX. La participación del pueblo montubio siempre fue reconocida y decisiva. Sus alzamientos en campos y ciudades provocaron mucha preocupación entre los blancos criollos y los propios mestizos citadinos.
Para finales del siglo XIX y principios del XX, durante la Revolución Liberal, los montubios integraron el ejército del general Eloy Alfaro Delgado.
Características
– Es un pueblo campesino sencillo, trabajador, amante del campo y de las actividades agrícolas, con un elevado sentido regionalista y una identidad cultural propia. Se siente orgulloso de su origen étnico.
– Su principal instrumento de trabajo es el machete, el cual siempre mantiene en el cinto y utiliza en labores agrícolas diarias. Lo utiliza para cortar, abrirse paso en el camino o para defenderse.
– Los montubios tienen fama de ser excelentes jinetes, tanto así que el rodeo es su principal entretenimiento y festividad. El caballo y la camioneta son sus principales instrumentos de trabajo y transporte.
– Se caracterizan por su fuerte arraigo al campo. El monte siempre guarda un lugar especial para el montubio, independientemente de su profesión o lugar de residencia. La vida en el campo, rodeado de animales y cultivos, es una de sus principales aspiraciones.
– El montubio es afable, hospitalario, alegre y servicial, pero al mismo tiempo de carácter recio, con un gran sentido del orden y cualidades para el liderazgo.
– El 7,4 % de la población de Ecuador se autodefine como montubia, de acuerdo con el último censo de población de 2010. Los montubios son actualmente el segundo grupo de población más grande del país, por detrás de los mestizos.
Costumbres
Artistas ejecutando música y danzas montubias
Vestuario típico
– Generalmente el hombre montubio lleva sombreros de paja toquilla y viste camisas y pantalones cortos blancos, así como un machete al cinto para el trabajo en arrozales y haciendas bananeras. Las mujeres por lo general también usan vestimentas blancas más cómodas y frescas, para evitar el calor y no atraer los mosquitos.
– Durante las fiestas populares y religiosas los hombres completan su atuendo típico portando un pañuelo de color. Por su parte, las mujeres llevan faldas anchas muy coloridas que le dan mayor vistosidad al bailar.
Viviendas y artesanías
– Construyen sus viviendas tradicionales de caña de guadua para forrar las paredes y utilizan las hojas de palma para rellenar el techo. Para evitar la presencia de roedores, serpientes y las inundaciones, suelen levantar sus viviendas sobre pilotes de madera que las separa del piso.
– Son expertos artesanos sobre todo en la cestería, la alfarería y la talabartería. Elaboran sus artesanías —como canastas y otros objetos— con paja toquilla y hojas de palma. Las monturas y demás piezas para montar, así como zapatos, correas, etc., son también muy apreciados.
Alimentación
Los montubios basan su dieta en el consumo de arroz, carne vacuna, frutas, yuca y plátano, que cultivan y producen en sus campos. A través de la caza y la pesca —de las cuales son también aficionados— obtienen el complemento de su alimentación.
Otras costumbres
– Son aficionados al rodeo y las peleas de gallo. Su habilidad como domadores de caballos es reconocida en todo Ecuador.
– Son tradicionales entre su cultura y costumbres las canciones llamadas amorfinos, unos versos originarios de la provincia de Manabí. Con estas canciones cortas se canta al amor y al trabajo cotidiano en el campo.
LOS AMORFINOS:
Los amorfinos son una creación popular en forma de canción y composición poética corta, cuyo contenido mezcla lo romántico con lo humorístico, diferenciándose así de la copla. Son originarios del pueblo montubio, ubicado en una región de Ecuador, cuyo origen viene del mestizaje entre negros, blancos e indígenas.
El amorfino viene a ser una herencia de la copla española. Su transmisión es oral en su mayoría y la improvisación juega un papel muy importante en su creación. Aunque se originaron en el Ecuador, se extendieron hacia las regiones de Perú, Chile y hasta la Argentina, aunque hoy en día ha caído en el olvido en esas zonas.
El amorfino tradicional se acompañaba con un antecesor a la guitarra, la vihuela, y un tambor de cuero. Un baile tradicional de cortejo lo acompaña, donde una especie de contrapunteo se realiza en un ritual de cortejo.
Los amorfinos se caracterizan porque su raíz está enmarcada en las tradiciones populares del pueblo montubio de Ecuador.
Tal como se mencionó anteriormente, este pueblo refleja en sus habitantes el mestizaje que se llevó a cabo en la época de la Colonia. Esto hizo que las tradiciones que se generaron estuvieran llenas de manifestaciones muy variadas.
Los amorfinos son reflejo de ello, dado que en su estructura es posible evidenciar de forma muy clara la herencia española de la copla, originaria de ese país europeo. Pueden hablar de amor, de la naturaleza, de la filosofía del campo, pero también pueden ser pícaros y usar el humor y el doble sentido. Se han convertido en una tradición oral y pueden ir acompañados de música y danza.