Autor: Anónimo
Técnica: Tagua policromada
Siglo: XVIII
El personaje del Padre Eterno es parte importante de la Santísima Trinidad. En algunos pasajes de la Biblia se manifiesta que Jesús es el hijo, pero también se menciona que es el Padre Eterno hecho carne.
Porque un NIÑO nos es nacido, HIJO no es dado y el principado sobre su hombro, y se llamará su nombre Admirable, Consejero, DIOS FUERTE, PADRE ETERNO, PRINCIPE DE PAZ. El texto de Isaías es el único que nos indica que Jesucristo es el único Dios manifestado en carne.
Los títulos de NIÑO E HIJO que se presentan en Isaías están haciendo referencia a la humanidad de Jesús o a su modo de existencia humana que depende completamente de la encarnación.
En los títulos de DIOS FUERTE Y PADRE ETERNO, Timoteo hace referencia a la deidad de Jesús o su modo de existencia divina que no depende en absoluto de la encarnación. Timoteo dice de esta manera el Hijo es el Padre Eterno manifestado en carne.
El no aceptar la verdad bíblica de que Jesús es el Padre Eterno manifestado en carne, radica en el corazón del hombre y no en las Escrituras, porque Isaías está diciéndonos que Jesús es el Dios fuerte y Padre Eterno.
Padre Eterno, obra que se caracteriza por su ingenioso manejo artístico, prueba el sincretismo imperante en el período de la Audiencia de Quito, engrandece en características plásticas la valiosa colección que se muestra en el Museo de Arte Colonial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”.