OBRA: EL RONDADOR
Autor: Gilberto Almeida Egas
El Museo de Arte Moderno de la Casa de la Cultura Ecuatoriana posee en su colección la obra denominada “El Rondador”, realizada por el maestro Gilberto Almeida Egas, admirador de la generación que le precede con Oswaldo Guayasamín, Eduardo Kigman y Diógenes Paredes, pero abierto a las nuevas propuestas de su generación en que se involucran Enrique Tábara y Hugo Cifuentes. Trabaja con técnicas en la que aplica texturas abstractas de trazos lineales con gran ritmo aunque la cromática se desenvuelve entre grises, sienas y ocres. El Rondador es una obra que se ubica dentro del movimiento informalista de los 70s. Se desarrolla la temática paisajística y folklórica con un estilo muy personal utilizando clavos y madera para conseguir texturas y dinámicas compositivas matéricas cubistas de contrastes lumínicos que se van opacando por la transformación del material pero sin perder el vigor de la composición. Su propuesta innovadora al representar de esta manera al músico andino, causa una reacción crítica en los artistas y críticos del momento.
El informalismo es un movimiento artístico que aparece en Europa a finales de los años cuarenta en el que se utiliza un lenguaje abstracto, donde los materiales desempeñan un papel decisivo y una fuerte presencia de la personalidad en la intervención del artista a través de las técnicas o materiales empleados, un rechazo de la construcción premeditada y una base ideológica fuertemente vinculada con el existencialismo.
Gilberto Almeida nació en San Antonio de Ibarra, el 30 de mayo de 1928, lugar que vivió hasta a su adolescencia. Luego se trasladó Quito y después a Guayaquil por motivo de sus estudios donde se inscribe como oyente en las escuelas de Bellas Artes de las mencionadas ciudades. La influencia de los maestros del realismo social le permitió madurar su concepción armónica, su composición y su cromática.
Fue miembro del Grupo de Vanguardia denominado como Grupo “VAN”, conformado por Enrique Tábara, Hugo Cifuentes, Anibal Villacís, Oswaldo Moreno, Luis Molinari, Guillermo Muriel, León Ricaurte y Gilberto Almeida. El grupo como tal se mantuvo unos 3 años, luego se debilitó a partir de la salida de varios de sus integrantes fuera del país. Sin embargo, su influencia en la plástica fue decisiva y sirvió de modelo para el nacimiento de Los Mosqueteros conformado en los setenta por Nelson Román, José Unda, Washington Iza y Ramiro Jácome.
Sus últimos años vivió en su casa del barrio Bellavista de San Antonio, al sur de la capital imbabureña. Amante de la pintura, la arqueología y la literatura, Almeida casi no salía de su vivienda. Ahí tenía un amplio taller que construyó con la idea de abrir un museo, para exponer el arte precolombino y contemporáneo. Falleció en su natal San Antonio de Ibarra, el 20 de abril de 2015.
Entre los galardones que obtuvo se destacan: El tercer premio en el Mariano Aguilera en 1957, Primer premio en el Salón de Octubre de1.961 en Guayaquil, Segundo premio en el Salón de Julio de 1962 en Guayaquil y el primer premio en el Salón de Julio de 1965 en Guayaquil.
Sus obras se pueden encontrar en el Museo de la Organización de los Estados Americanos, en Washington; en el Museo de Arte Moderno de Santiago de Chile; en el Museo de Arte Moderno de Córdova, en Argentina; en el Museo de Arte de la Fuerza aérea Venezolana; en el Museo de Jerusalén, en Israel; en el Museo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, en Europa. Así como en los principales museos y colecciones del Ecuador.
