El 29 de septiembre México celebra, el Día Nacional del Maíz, un día, por toda una vida, al maíz
Para todas las culturas de la América indígena, especialmente para las culturas mesoamericanas, el maíz ha tenido una relevancia importantísima como la maya, por ejemplo, para la que el maíz además de ser la base de su alimentación diaria, era el epicentro de su cosmovisión, donde el maíz ocupa el centro de la creencia. Es el signo de la raza, lo que identifica al grupo, y lo que lo define como unidad étnica y como universo cultural y que se encuentra expresado en su libro sagrado El Popol Vuh.
El maíz tiene un origen muy antiguo e interesante. Muchos mitos y leyendas de América lo consideraban el alimento de los dioses que crearon la Tierra. Los indígenas tenían razones prácticas para convertirlo en la base de su dieta: era fácil de cultivar, tanto, que realizaban dos cosechas en una misma temporada, la planta era fácil de trabajar, se podía almacenar en diferentes formas y tenía una gran variedad de usos.
También para el estado teocrático de los incas, el maíz fue considerado, como símbolo sagrado de la abundancia y la fertilidad, un regalo del dios INTI y se convirtió en el eje principal en torno al que se movía y evolucionaba su civilización. La ritualidad que envolvía sus celebraciones fue integrada en un calendario astronómico y agrícola en el que los ciclos de su producción estaban claramente definidos, así durante siglos este alimento fue venerado en sus ritos religiosos y funerarios expresado en sacrificios a la madre tierra, al agua y a las lluvias
Debido a su versatilidad y propiedades alimenticias, esta planta es, sin lugar a dudas, una de las mejores aportaciones de América para el mundo. La enorme capacidad de adaptación a diversos climas y alturas, las características fisiológicas de la planta, más la sabiduría y pasión de experimentadores agrícolas ha permitido que durante miles de años lo fueran mejorando, todo esto, ha hecho que el maíz el día de hoy sea un patrimonio alimenticio mundial.
Por ello, es necesario que todos quienes habitamos este continente, lo recordemos y elevemos una acción de gracias, a este producto que encierra tantos significados, historia, leyendas y un cúmulo de tradiciones alrededor de su aparición, cuidado e ingesta, entre nuestros pueblos nativos y mestizos.
Para nosotros aquí en Ecuador, significa un elemento fundamental de nuestra cocina, desde el punto de vista, político, económico y social, el maíz es el cultivo más importante del país. No hay celebración cultural, familiar o nacional, en la que no estén presente nuestras delicias gastronómicas, derivadas del maíz, sea en la pampa mesa indígena como en nuestra mesa mestiza no nos falta: La colada morada en difuntos, los buñuelos en navidad, choclos tiernos para la fanesca de Semana Santa, el mote pata, los chigüiles y la chicha de jora en carnaval, los chumales, las humitas o quimbolitos para el café de alguna tarde, las tortillas de tiesto, el rosero, el morocho y miles de recetas más, que hacen el deleite de nuestra alimentación que además es saludable y muy rica en proteínas.
¡Todo eso y mucho más, es el maíz!