La creación de pensamientos nuevos que susciten acciones para beneficio de una sociedad en crisis, es la reflexión del presidente de la Casa de la Cultura, Camilo Restrepo Guzmán, que desde el encierro celebró los 76 años de la Institución y realizó un análisis de las relaciones entre pandemias y sus efectos posteriores que resultan interesantes para visualizar un futuro que nos vendrá encima y que exige nuevas visiones que permitan integrar esta sociedad dispersa.

Restrepo señala las anteriores pandemias, como la gripe española que llegó aquí en diciembre de 1918 y que fue el antecedente de una secuencia de hechos mundiales que se fueron encadenando en el tiempo, como la gran depresión que condujo a la segunda guerra mundial, en tanto que se multiplicaron los regímenes autoritarios. 

Aquí por suerte el régimen encabezado por Isidro Ayora respondió con eficacia y los muertos no pasaron de 500, este hecho aprovecho el régimen para hacer reformas positivas para la administración del Estado. Rememora como este efecto a nivel mundial motivó el desarrollo de nuevas tendencias culturales en todas las artes y nos llevó a un proceso de cambio con la revolución Juliana que terminó con la Gloriosa en el 44. También fuimos víctimas de una guerra que a la vez enardeció a un grupo de intelectuales que liderados por Carrión crearon la Casa de la Cultura.

La evolución de la Casa de ser inicialmente un grupo de grandes pensadores se transmuto, creando vínculos con todos los sectores y grupos de creadores a nivel nacional. Restrepo se pregunta qué papel tiene ahora la Organización y se responde diciendo que “le corresponde el papel de suscitador del pensamiento pluralista, crítico” y asume la idea de que por la acción cultural se puede alcanzar algún cambio valedero.