SE SUBEN LOS TELONES PARA MOSTRAR A MEDARDO ÁNGEL DESDE LA INTIMIDAD DE SU CASA

El Teatro Centro de Arte sube sus telones para presentar a un Medardo Ángel Silva desde la intimidad de su hogar. Sus temores, sueños, secretos y amorío bajo el mismo techo son recreados a través de la obra de teatro leído Medardo en casa, escrita por David Castro Egas y dirigida por Carlos Ycaza, presidente del Estudio Paulsen.

“Me interesaba la intimidad doméstica, yo creo que en el hogar es donde suceden esos grandes dramas y también las grandes comedias. Lo que me interesaba era eso, entrar a esas paredes, tratar de imaginar lo que podía haber sucedido en esa casa”, indica Ycaza, quien, además, fue el mentalizador de esta obra –que es una libre interpretación– de la vida del máximo exponente del modernismo literario en Ecuador.

 

De esta manera el Estudio Paulsen rinde homenaje a Guayaquil en su bicentenario de independencia con un personaje que desde la literatura amó desmedidamente a Guayaquil y a sus rincones más sórdidos. Con una obra que llevó ocho meses en escribirse.

El actor Christopher Solórzano es quien se coloca en la piel del vate guayaquileño. “Al inicio me sentí un poco nervioso, pero lo recibí bien por todo lo que representa (…) Medardo es un mundo complejo, estamos hablando de una persona que tiene una fascinación con la muerte”, cuenta el joven de 22 años, quien para la construcción de su personaje leyó las crónicas de Silva y consultó la biografía de Abel Romeo Castillo.

Christopher Solórzano interpreta a Medardo Ángel Silva. Foto de José Beltrán.

 

La historia por años se ha encargado de contar sobre ese amor ‘imposible’ que Silva vivió y que todos conocen como Amada Villegas, llegando incluso a atribuir este sentimiento como la causa de su deceso. Pero puertas adentro, el escritor conoció a la madre de su única hija, Angelita Carrión.

El director de la obra menciona que una serie de reportajes publicados en este Diario en homenaje al centenario de muerte de Silva, despertaron su interés por conocer más sobre la relación entre el escritor y Carrión. «Fueron para mí como un antes y un después», afirma sobre la investigación que incluyó un árbol genealógico con la descendencia de Medardo Ángel Silva.

«A pesar que Angelita es una figura completamente misteriosa y no hay nada registrado sobre ella en documentos escritos o fotografías, me creció esta idea de desarrollar algo teatral sobre este tiempo de Medardo, la vida con ella y donde tuvieron una hija»

Shany Nadan es quien da voz a Carrión. “Me generó mucha curiosidad el personaje de Angelita por ser un personaje oculto o poco hablado en la vida de Medardo Ángel Silva, cuando lees el libreto, lees a un personaje muy fuerte, muy respetable con mucha dignidad, me gustó mucho la forma cómo fue escrito”, expresa Nadan.

“Me parece que es un personaje que va a generar conversación”, agrega Nadan, quien dio vida a Manuela Sáenz, en la serie de Bolívar, de Caracol Televisión y Netflix.

“Para mí es enriquecedor e interesante aprender de nuestro pasado, sobre cuál era el rol de la mujer en esa época, cómo ha ido evolucionando a la mujer de hoy. Feliz y agradecida de cada vez más poder interpretar mujeres ecuatorianas de tanta fortaleza y carácter”, menciona.

 

Shany Nadan interpreta a Angelita Carrión. Foto de José Beltrán

Pero Silva tenía también dos pilares fundamentales en su vida: su madre y su abuela. Mariana Rodas es personificada por la actriz Montse Serra. La obra la plantea como una mujer que quiere ‘arreglar el futuro de su hijo’ de acuerdo a lo dispuesto por la sociedad, por lo que idea la forma de encontrarle una novia. “Ella necesita que su hijo cumpla todos los cánones que se le piden a los jóvenes de bien de la época y el objetivo de ella es conseguirlo a como dé lugar en la primera parte de la obra”, explica Serra.

Montse Serra interpreta a Mariana Rodas. Foto de José Beltrán.

En tanto, Mateíta, la abuela de Silva, es interpretada por la actriz argentina Elena Cáceres. “Es un honor cuando tenés un nieto con el impresionante vuelo poético que tuvo Medardo Ángel Silva que es una gloria americana. Mateíta es una abuela que no lo recibe a Medardo de visita, es una abuela protagonista en la crianza de Medardo”, afirma.

Elena Cáceres interpreta a la abuela de Medardo Ángel Silva. Foto de José Beltrán.

La magia del teatro leído

El teatro leído consiste en una lectura dramatizada de textos teatrales, en la que no hay un montaje escénico y los movimientos de los actores sobre el escenario son limitados. Permitiendo de este modo que el asistente cree sus propias imágenes en la mente. «Hacer teatro leído es muy distinto al teatro tradicional, en donde entran en juego coreografías escénicas…. acá debemos apoyarnos 100% en la palabra, en la dramaturgia», indica Nadan.

«Leemos con interpretación, con matices, con intención. El teatro leído se va a construir desde la lectura, los efectos de sonido y los efectos de iluminación», agrega la actriz.

«El trabajo de la voz es importante, nos tiene que conducir y nos tiene que transportar, cuando yo escucho las voces de mis compañeros ensayando y yo me sumerjo totalmente en la historia y me la imagino, la idea es que el público haga lo mismo», señala Serra.

«Lo interesante es que estos actores con sus papeles hagan vibrar al público con las emociones que hay en la obra, porque la obra es muy dramática», agrega por su lado Ycaza.

Un Medardo atemporal

Otra de las propuestas que se se plantea en Medardo en casa es la incorporación de elementos contemporáneos en el vestuario y sonido. «A Medardo yo quería siempre visionarlo de una manera atemporal que Medardo se conecte con la juventud de ahora, entonces yo no quería visión realista escenográficamente hablando de la época…», dice su director, sobre la dramaturgia que incluye música de Philip Glass.

La obra de teatro leído se estrena mañana a las 20:00, sus funciones –que son presenciales con aforo limitado– continúan el jueves, viernes y sábado a la misma hora. Entradas a la venta en TicketShow, $ 15. (I)

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