Cierta manera de la luz sobre el cuerpo de Aleyda Quevedo Rojas
Aleyda Quevedo Rojas. Poeta, periodista, ensayista literaria y gestora cultural. (Quito, Ecuador, 1972). Ha publicado: ‘Cambio en los climas del corazón’ (1989), ‘La actitud del fuego’ (1994), ‘Algunas rosas verdes’ (1996 y 2016), ‘Espacio vacío’ (2001 y 2008), ‘Soy mi cuerpo’ (2006 y 2016), ‘Dos encendidos’ (2008 y 2010), ‘La otra, la misma de Dios’ (2011), ‘Jardín de dagas’ (2014, 2016, edición castellano-francés, y 2017); y las antologías de su poesía: Música Oscura, 2004, Amanecer de Fiebre, 2011, El cielo de mi cuerpo, 2014 y Fuego en el frío, 2017. Premio Nacional de Poesía “Jorge Carrera Andrade” en 1996. Ha representado a su país en los más importantes encuentros, ferias de libro y festivales de poesía en Canadá, España, México, Argentina, Colombia, Nicaragua, Puerto Rico, Perú, República Dominicana, Venezuela, Francia, Cuba, Chile y Brasil. Es coordinadora editorial del sello independiente Ediciones de la Línea Imaginaria. Está traducida al francés, inglés, hebreo, portugués, sueco e italiano. Ha sido curadora de importantes antologías de poesía: 13 poetas ecuatorianos nacidos en los 70, 2008, Venezuela; De la ligereza o velocidad que también es perfume, 2012, Cuba; Hacer el amor (humor) es difícil pero se aprende, cuentos del maestro Fernando Iwasaki, Cuba, 2014; La música y el Cuerpo, 50 poemas de Eduardo Chirinos, 2015; Corazón Insular en Mitad del Mundo, 30 poetas cubanos, en coautoría con el escritor Jesús David Curbelo, 2016. Colabora con la revista especializada en literatura y arte Vallejo&Co.
Los libros reunidos en Cierta manera de la luz sobre el cuerpo simulan afiliar a Aleyda Quevedo Rojas a la vertiente coloquial de la poesía hispanoamericana, con sus consabidos tonos conversacional y confesional, su insistencia anecdótica y su tendencia neoclásica a la metonimia y no a la metaforización. E insisto en el término simulan porque si bien es cierto que hay confesión y anécdotas, el tono no resulta estrictamente conversacional y persiste una insistencia metafórica cuyas sutilezas surrealizantes poco tienen que ver con lo coloquial.
Estos detalles apuntan hacia un aliento de herencia romántica que, sin acercar en absoluto a Aleyda a la vertiente neobarroca, la sitúa en un espacio versátil en el oscilar del péndulo entre las dos tendencias capitales del arte según Wölfflin (lo clásico y lo barroco, o el culto de las formas y la violencia de los excesos), porque sin cultivar las formas clásicas se aprecia en sus poemas un escrupuloso acabado, una precisión casi quirúrgica en el exterminio de palabras innecesarias (vamos a encontrar muchos microgramas en los textos de esta discípula y admiradora de Carrera Andrade), y, sin desbocarse en el desorden expresivo del torrente neobarroquizante, también percibimos en ellos, tras esa aparente serenidad estilística, una subterránea corriente de pasiones y de transgresiones que los convierte en volcanes al borde de la erupción.
Jesús David Curbelo
Precio: USD$15