Juegos tradicionales del Ecuador de Iván Petroff Rojas
Hemos de comenzar diciendo que la infancia, a no dudarlo, es esa parte de nuestras vidas que la recordamos con la mayor intensidad, nostalgia y fuerza posibles, porque representa ese conjunto de hechos, situaciones y acontecimientos que se confunden en el amplio espectro de la magia, la fantasía, la creatividad y la imaginación. Época definitivamente poética, si por poética debemos entender ese conjunto de esferas de la realidad, que se reproducen por el ímpetu de la pasión creadora.
Todo era posible en este mundo donde los objetos cobran vida, se metamorfosean, y las acciones se cumplen, por una suerte de magia y malabarismo. Ejercemos roles e identidades, que con la transformación de los objetos y la fantasía, propia de la edad, nos permiten reutilizar un pedazo de madera, una pieza olvidada de alguna máquina, la hoja de un gran penco que fue una embarcación con la que recorríamos el mundo. Un árbol grande de higos, al que nos subíamos revestidos como pilotos de un avión y que nos permitió dominar el aire de un cielo limpio, para volver por los caminos del arcoíris, que nos recuperaba sanos y salvos a la ventana de la casa, pasadas ya las ocho o nueve de la noche.
Precio: USD$10