Utopías y distopías, diálogo a dos voces de Fernando Esparza Dávalos
Fernando Esparza Dávalos bien podría haber tomado como lema el viejo verso de Terencio: “Soy un hombre, nada de lo humano me es ajeno”; ha vivido su vida con empeño y entusiasmo y no se ha anquilosado en un fragmento de la realidad. La mera lista de sus obras lo demuestra; ha incursionado en la poesía, la novela, en la historia, en el ensayo y en la crónica. Sin embargo, no se ha limitado a la palabra escrita, difícil e ingrata tarea, sino que ha contribuido con acciones creativas y novedosas, como ejemplo: creo no equivocarme al afirmar que Fernando Esparza es el único ecuatoriano conocedor de nuestro país completo, con un aditamento, lo recorrió a pie y dejó constancia de ello. Ha sido defensor de buenas causas, sin claudicaciones; todas ellas al servicio de la Patria. Cuando lo conocí hace ya muchos años me impactó una cualidad relevante de su personalidad: la pasión. Siempre pone toda la carne en el asador. En este su nuevo libro brilla esta cualidad dirigida al bien de las mayorías. En cada entrevista no solo aparece la figura del entrevistado, con mucho respeto, sino la del entrevistador, con ansias de conocer y de trasmitir. Como pasa en esta clase de libros alguien podrá echar de menos a un personaje o lo contrario, es cuestión de opiniones, para mí Fernando ha sabido conseguir de ellos un retrato cabal y esperanzador de personas sobresalientes en el amor a la Patria y a la verdad.
Carlos Freile
He revisado de principio a fin el libro de Fernando Esparza Dávalos. Sus contertulios son gente de trascendencia en nuestra historia reciente. Su discurso —más de una respuesta tiene esa equivalencia—, es absolutamente rescatable. Y el interrogatorio, caramba no desentona, en modo alguno. Hay allí un intelectual de rica formación que sabe por dónde encaminar el diálogo, apelando en todo tiempo a tópicos que resistirán el paso de los días. Felicitaciones ( …). Cierro la breve nota con una proclama sincera: vale la pena detenerse, morosamente, en el tomo que ahora mismo está en sus manos, ante sus ojos.
Diego Oquendo
Diestro y sutil se manifiesta el autor al poner de relieve las virtualidades pero también las falencias que entorpecen el paso hacia adelante. Posee el don de levantar el velo de las apariencias para escudriñar el fondo de la realidad que lo obliga al gesto poco optimista. Esta actitud de escrutador profundo de la vida le sirve para enarbolar el estandarte de la inconformidad, que no es poquedad de espíritu, sino energía de voluntad.
Eduardo Muñoz Borrero
Fernando Esparza Dávalos (Quito 1952)
Poeta, novelista, cuentista, cronista, catedrático de varias universidades del país. Realizó estudios en la Universidad Central de Ecuador y en la Universidad de Nanterre París. Es abogado y Filólogo. Es el primer escritor latinoamericano en haber hecho una travesía a pie por su patria, sobre esta travesía el rector de la Universidad de Lugano, Abelardo Lovato, dijo “Tú has demostrado ser el Ulises de tu país. El homo viator equatoriensis. Delante de ti solo han ido los pies de los conquistadores”. De la poesía Cantos en la luz, Simón Espinosa Cordero manifestó: “Este libro de poesía es el Magníficat a la condición humana redimida por el amor de Dios”. Sus obras son: Instantes poéticos (1973), Cantos en la luz (1987), El libro sin cabeza (cuentos,1990), Sixto Duran Ballén. El hombre el amigo (1992), Acuarela campesina (poesía, 1998), Ecuador paso a paso (2001), Amor y rigor en el siglo XVIII en Quito (2002), Luchar para vivir y vivir para servir (2004), Luz en los tejares (novela, 2006), Los más bellos cuentos del poeta (2011).
El Municipio de Quito le concedió la presea al Mérito Cultural y Educativo y el Congreso Nacional del Ecuador, le otorgó la condecoración ‘Vicente Rocafuerte’.
Precio: USD$15