Antiguamente, lo denominaban Aya Uma, cuya traducción del kichwa significa cabeza de espíritu. Es el espíritu que guía y orienta, el que va a la cabeza organizando a su comunidad.
Luego de la llegada de los españoles y con ellos la evangelización, todas las deidades andinas mágico-espirituales son consideradas como negativas, y su nombre cambia a Diablo Uma. Sin embargo, la esencia de este personaje tiene estrecha relación con la Cosmovisión Andina. Su rostro cubierto por una máscara con 2 caras representa la dualidad y la complementaridad de los opuestos: hombre-mujer, día-noche, bien-mal, arriba-abajo, frío- calor, sol-luna. Además, tiene dos rostros porque esto impide que el personaje de la espalda al Sol, su deidad principal.
El enmascarado usa zamarro, que significa su relación intrínseca con la naturaleza y también la fuerza y el poder del hacendado. De la máscara se desprenden doce flecos gruesos que representan su elevada espiritualidad y, según otros estudiosos, simbolizan son los meses del año. El Aya Uma, denominado Chaki Capitan, es quien abre camino en la danza, puede ejecutar instrumentos de viento y cuerda, como churos, flautas y rondines, así como la guitarra. Lleva en su mano un axial, que sirve para mantener el orden, lo que significa su elevada autoridad y generalmente bailan descalzos o con alpargatas.
Hoy se lo ve en cada una de las comparsas festivas de los pueblos indígenas. Sin embargo, es el personaje principal del Inti Raymi en Cayambe, Tabacundo y toda la provincia de Imbabura, la celebración andina más importante, que se efectúa en el solsticio de verano, el 21 de junio. Es el que pone la fuerza del baile, el que obliga a todos los danzantes a mantenerse activos y dentro del orden establecido.
Fuente: Guion Museológico del Museo Etnográfico de la CCE