7 de agosto de 2020
El evento Visual 2020 activa la vigencia de una institución como la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo de Loja, encaminada a dinamizar el accionar de los artistas de la ciudad y la provincia, convirtiéndose este evento en un espacio para dar a conocer sus creaciones y el reto permanente por mejorar cualitativamente sus producciones en todas las manifestaciones culturales, en medio de las circunstancias coyunturales adversas de la época.
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TRAYECTORIA DEL ARTISTA EDWIN BERMEO
Licenciado en Artes Plásticas, mención pintura, por la Universidad Nacional de Loja. Miembro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Loja. Gestor y productor cultural independiente. Ha desempeñado dignidades como: presidente de la pre-Asociación de la Carrera de Artes Plásticas y Diseño de Interiores de la Universidad Nacional de Loja (2008), director y coordinador del Colectivo “Axxion Mutante” (2012 y 2014), director y coordinador del Colectivo “Arte Lojano” (2013), coordinador del proyecto “Coexistencia Atemporal” Holguín, Cuba (2013), coordinador de la Sección de Artes Plásticas y Visuales de la Casa de la Cultura Núcleo de Loja, (2014-2016 y 2019) y coordinador y docente del Taller de Dibujo y Pintura de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Loja (desde el 2016 hasta la actualidad). Ha sido ganador de la Convocatoria del Sistema Nacional de Fondos Concursables con el proyecto “Interpretación de obras artísticas en base al estudio de petroglifos del cantón Catacocha” (2009). Ha participado en varias exposiciones colectivas entre las que se encuentran: Miradas sobre la sexualidad contemporánea (exposición itinerante Loja, Machala y Zamora, 2011 y 2012), Expedición al monte Venus (exposición itinerante Cuenca, Machala y Zamora, 2013), Loja, crónicas urbanas (Museo Puerta de la Ciudad, 2014), Lojano come perro ( I Festival de Artes Vivas Loja, 2016), Egagrópilas (exposición itinerante Quito y Loja, 2017) y Vox Populi (Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Loja, 2019).
OBRAS QUE INTEGRAN LA EXPOSICIÓN «ESPECIES 14.2»
“Retrato”, 2011, acrílico sobre lona, 100 x 90 cm
pone
“S/T”, 2011, acrílico sobre lona, 100 x 130 cm
“Casting”, 2014, acrílico sobre lona, 120 x 160 cm
“Guion”, 2014, acrílico sobre lona, 100 x 150 cm
“Mandrágora”, 2012, acrílico sobre lona, 110 x 160 cm
“Débora golden”, 2016, mixta sobre lámina translúcida, 40 x 30 cm
“Débora premiun”, 2016, mixta sobre lámina translúcida, 40 x 30 cm
“Débora silver”, 2016, mixta sobre lámina translúcida, 40 x 30 cm
“Cadáver exquisito”, 2017, acrílico sobre lona, 100 x 130 cm
“Pesca interna”, 2016, mixta sobre lámina translúcida, 30 x 40 cm
“Chamuco 2”, 2019, pintura vitral sobre lámina translúcida, 32 x 22 cm
“Chamuco 3”, 2019, pintura vitral sobre lámina translúcida, 32 x 22 cm
“Chamuco”, 2019, pintura vitral sobre lámina translúcida, 32 x 22 cm
“Chamuco city”, 2019, pintura vitral sobre lámina translúcida, 150 x 110 cm
ANÁLISIS DE LA OBRA
Responsable: Mg. Sc Julio Quitama Pastaz, docente universitario/productor plástico
El evento Visual 2020 activa la vigencia de una institución como la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo de Loja, encaminada a dinamizar el accionar de los artistas de la ciudad y la provincia, convirtiéndose este evento en un espacio para dar a conocer sus creaciones y el reto permanente por mejorar cualitativamente sus producciones en todas las manifestaciones culturales, en medio de las circunstancias coyunturales adversas de la época.
En la actualidad, somos parte de una burbuja digital dentro de un arte contemporáneo desafiante en el que se valora un conjunto de conexiones (discursos, hechos, acciones, retos, etc.), que también cuestionan la realidad (imagen, sujeto, sociedad), y en este contexto es importante la actitud del artista para desarrollar aptitudes perceptuales y conceptuales.
El hecho creativo no solo es acto de vida, es nutrirse de procesos y ejercicios semánticos del contexto artístico universal, para lo que hay que tener temperamento para no sucumbir a la copia e imitación, no como actitudes no válidas, sino más bien, mentalizarse en retos y poner a prueba las capacidades, porque el convencimiento no está solo en el hecho de realizar un producto artístico, todo lo contrario, es que este sea un input visual personal y con identidad.
Con una actitud visionaria Edwin Bermeo está involucrado en la producción artística-plástica y la gestión cultural, y si bien el volumen de su creación artística no es muy prolífica, porque esta actividad no es una carrera de competencia temporal, resulta sin embargo, vivencial e inagotable; para ello, cuenta con una ventaja: su preparación y búsqueda constante que le permiten irrumpir en procesos de alienación de una cultura visual globalizante muy fuerte, que desestructura la identidad de los individuos, desprotege espiritualmente e inclusive afecta la creatividad, aunque en su práctica artística, tiene como punto de partida el surrealismo, el futurismo, la abstracción y el diseño, cuyos principales exponentes, principios y elementos, los valida como vigentes.
En este contexto, presenta esta muestra pictórica virtual 14.2, denominación que posiciona la vigencia moderna en el contexto contemporáneo en sentido de actualidad. Diría que, con este código, tiene una licencia para crear. Son temáticas y técnicas que parten desde el expresionismo abstracto (serie Petroglifos) con un orfismo distintivo, en lo figurativo (serie Antropófagos) que derivan en una propuesta (serie Urbicidio) para continuar con la serie Chamuco; en cada una de estas problematiza el pasado y el presente, posibilitando comprender que la diversidad es riqueza en percepción y producción.
Cuando Edwin Bermeo reflexiona: «A más conocimiento mejor capacidad de resolver problemas algorítmicos», es porque estamos inmersos en un sistema –continuum vivencial y de conocimiento– desde donde estructura su lenguaje en el que hace referencia a lo místico, costumbres, creencias, mitos y tabús de la sexualidad, lo tecnológico (máquinas y escenarios), al que integra símbolos que constituyen un sistema con procesos creativos que configuran una cartografía mental relativamente compleja.
Cuando presenta su obra Cadáver exquisito (Cadavre exquis), no se refiere a algo sádico o cruel, es una técnica (s. XX) de creación colectiva en donde cooperan varios artistas que tratan de crear maneras para lograr derivar de una imagen muchas más; reaparece esta técnica lúdica no como un trabajo en conjunto, sino como proceso experimental para aprovechar aquellas características para su práctica artística (serie Débora) que posibilita una expresión de la creatividad oculta para que fluya la imaginación ensamblando diversos elementos simbólicos y metafísicos que a través del dibujo y la pintura –colores discrecionales–, elabora formas, elementos –seres que mutan y máquinas imposibles– distribuidas en escenarios posibles, allí asocia y visibiliza una voluntad cartográfica para accionar los elementos y situarlos en el presente.
En la serie Chamuco (personaje-símbolo) hace que este habite en un no-lugar, espacio del, o para el anonimato, donde se observan pequeños detalles de dibujos que asociados con el color los convierte en códigos que son propicios para el escenario ideal como parte de un mundo a-temporal en el que convergen símbolos y elementos de la fantasía, y de esta manera se hace copartícipe de su narrativa espontánea, abierta en escenarios visibles y en otros posibles, constituyendo historias para generar sitio y un cruce de interpretaciones e intercambio simbólico para la contemplación-reflexión de la obra en un acto más complejo.
En sus obras el ser humano está relacionado con la convivencia y con el entorno, no trata de superar jerarquías alto-bajo, bueno-malo, ni las polaridades forma-contenido, intelecto-sentimiento; más bien es inclusivo al indagar e integrar elementos convencionales y simbólicos en estos espacios privados y de intimidad que se constituyen en escenarios temporales para actos de pasión y nostalgia en la ausencia, así sitúa a los personajes en un no-lugar (presencia en la ausencia de todo) y en otros en donde está o se siente ausente –no se puede imaginar, sino lo que está ausente–, lapsos de tiempo en los que provoca una fragmentación con el contexto para sentirse libre y ser parte de los procesos evolutivos; de esta manera, problematiza la idea de superficie-espacio, en donde también incluye elementos decorativos, acciones de vivencia y comunicación, que se convierten en códigos que estructuran sistemáticamente un significado conocido y otro muy posible de conocer para ser contemplado como parte de la realidad actual.
Edwin Bermeo hace de la vida diaria una experiencia estética, algo así como una síntesis de agudas observaciones de individuos en la cotidianidad. Su práctica artística es un acto de convicción y una suma de procesos. Sus obras son una especie de metáfora lúdica en donde asocia y disocia elementos de la realidad e integra otros de la fantasía, permitiendo el diálogo y no la confrontación anacrónica, porque el arte es una entidad que se inscribe en un contexto lingüístico que cambia y se transforma, porque el artista tiene la capacidad de sublimar estos hechos, procesos y proponer otras lecturas, es decir, es el resultado de un reinventar permanente al cual el espectador se adecúa y valora.
