OBRA DEL DÍA: LA MAMA NEGRA

MAMA NEGRA

 

 

Ya Salió la mama negra

Cabalgando en su corcel

la ashanga va delante

 y su comitiva detrás.

 

Hay repique de campanas

y sonar de camaretas

todo el pueblo está de fiesta

 hoy es día de las Mercedes

 

Dr. Byron Burbano

Latacunga, ciudad incrustada en medio de los Andes ecuatorianos, en América del Sur, guarda en su seno una manifestación socio cultural y folclórica denominada: Comparsa de la Mama Negra, también llamada Santísima Tragedia o Fiesta de la Capitanía, ya que el prioste principal es El Capitán.

Su origen se pierde en la historia, en una mezcla de representaciones populares mestizas, paganas y religiosas; aborígenes, africanas y españolas; las mismas que con sus personajes, ritos, atuendos, música y baile; dan vida y perdura en el tiempo, tan singular expresión de los sentimientos del pueblo, rememorados cada año desde el S. XVII.

El sincretismo religioso que buscaba la extirpación de las idolatrías y de las costumbres paganas reemplazaron los rituales agro astronómicos de los pueblos nativos, con celebraciones religiosas diversas como es el caso de la Navidad, Corpus Christi o la veneración a la Virgen de las Mercedes, cuya celebración es el día 24 de septiembre.

La mama negra es una celebración en la que se rinde homenaje a la Virgen de la Merced. Según cuenta la tradición, en gratitud y reconocimiento por la protección de la madre del Cielo, desde 1742, en que se produjo uno de los procesos eruptivos del volcán activo más alto del planeta, el Cotopaxi. “Aferrados a la imagen de la Virgen de Las Mercedes, los parroquianos suplicaban la calma del coloso. La destrucción cesó y el pueblo latacungueño interpretó el fenómeno como resultado de la fe de quienes padecían; muchos dijeron haber visto a la Virgen elevar su brazo derecho para detener a las fuerzas de la naturaleza”, concluye el texto de Byron Burbano. Los habitantes proclaman a la Virgen de la Merced como Abogada y Patrona del volcán y juran celebrar una fiesta anual en su honor, a la que asocian las tradiciones y manifestaciones culturales y folclóricas propias de sus comunidades, motivo por el cual se la conoce también a esta manifestación como La Santísima Tragedia.

Fusión de culturas

La llegada de un grupo de negros de procedencia africana, para el trabajo en las minas de oro ubicadas en la parte noroccidental de la ciudad de Latacunga, en el sector de Sigchos (Sarapullo) durante la colonia, despertó profunda impresión en los habitantes del sector, aborígenes y mestizos, quienes empezaron a dramatizar y representar ciertos acontecimientos, y a ciertos personajes cotidianos, asociándolos a sus festividades y manifestaciones religiosas. Este grupo comunitario, según el investigador Byron Burbano, habría conseguido su libertad en el siglo XIX y consideraron que la liberación fue gracias a la intersección de la Virgen de Las Mercedes, los negros libres instituyeron un homenaje en su honor.

La organización de la fiesta está a cargo desde sus inicios por los priostes y los devotos de la Virgen de la Merced, quienes desean expresar su gratitud y veneración a través de la participación activa. Los preparativos son realizados con mucha anterioridad por la directiva pro fiesta, inicia en horas de la madrugada el día 23, comprende entre varias cosas: arreglo y vestimenta de todos los personajes, preparación y alimentación de los mismos y a sus acompañantes, recepción de bandas de música y grupos de danza, etc.

En el año 1963, moradores del Barrio Centro de la ciudad de Latacunga deciden realizar una parodia de esta manifestación popular por las festividades de emancipación política, en el mes de noviembre.  Esta representación ha recibido el apoyo del cabildo y se la viene realizando cada año en homenaje a la independencia de la ciudad alcanzando notoriedad y mayor difusión turística a nivel nacional e internacional.

Cuando inicia el desfile de las comparsas por las calles de Latacunga en dirección al barrio de la Merced, lugar en donde está previsto los homenajes de los personajes a la patrona.  

Son: El Capitán, el Abanderado, el Ángel de la Estrella, el  Embajador, el  Rey Moro, y finalmente la Mama Negra, en un escenario improvisado recitan coplas alusivas a la fecha y bailan luego de cada una de ellas, a pedido del negro loero. Cada personaje derrocha efusividad y alegría, en tanto las comparsas y más miembros de la comitiva continúan con su recorrido festivo por las calles de esta ciudad, que recibe a propios y extraños, en un abrazo de hermandad; luego avanza la comitiva hacia el sitio denominado El Calvario  en el cual también está previsto realizar el segundo ritual de honores, al pie de la estatua de la madre de la Merced que se levanta en este sector privilegiado de la ciudad, tanto por la vista panorámica de la misma que ofrece, como por ser considerado el sitio de seguridad en la posibilidad de un evento eruptivo del volcán; mientras el sonar de voladores y camaretas anuncia a sus pobladores la salida de la mama negra.

El 31 de octubre de 2005, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural acuerda declarar como bien perteneciente al Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado, a la fiesta de la Mama Negra o fiesta de la Capitanía

 

 

 

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