OBRA DEL DÍA: PIFILKA

El Museo de Instrumentos Musicales nos comparte un estudio de la PIFILKA

  La Pifilka es un silbato propio del grupo étnico araucanos. Suele escribirse su nombre de varias maneras: pivilca, pivillca, pifëlka, pifülca. Instrumento de sonido básico, su cuerpo es alargado de material macizo con una perforación longitudinal. Los araucanos hacían Pifilkas con las canillas de los prisioneros muertos. (Vega, 2016)

     Este instrumento es un aerófono de filo. Pertenece, a la gran familia de las flautas. No tiene canal de insuflación; los labios se aplican directamente al borde, y es longitudinal, porque se sopla por un extremo y no en un agujero lateral. Es aislado porque no tiene sino un cuerpo, esto es, que no aparece unido con otros, en juego; y el tubo es cerrado en el extremo inferior. Carece de agujeros.

     El instrumento está presente en todo el territorio Mapuche, lo cual incluye buena parte del sur de Chile (desde el río Bio-bio al sur) y parte del Comahue y la Patagonia argentina (provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut) (INSTRUMUNDO, 2016). Instrumentos análogos a la Pifilka se encuentran en varias regiones de Sudamérica.

 

Construcción

     La Pifilka se hace tallando un trozo de madera de 20 a 30 cms. de largo. La parte inferior, cilíndrica, de un par de centímetros de diámetro, se ensancha hacia la mitad y, siempre ensanchándose, se aplana hacia el extremo superior. Sobre la mitad del tubo, el artífice talla dos orejas con sus correspondientes perforaciones destinadas al paso del cordón con que se suspende. El tubo se perfora a lo largo, mediante un estoque incandescente, a profundidad que oscila desde la mitad hasta casi toda la extensión del cilindro. El agujero tiene algo más de un centímetro de diámetro. Una Pifilka arqueológica que obtuvo Boman en Cautín (Chile), tiene un taco de lana, para tapar el agujero, asegurado a las perforaciones de las orejas por medio de un cordón.

 

Ejecución

     Se toca, tomando el cuerpo del instrumento con una o con las dos manos, verticalmente, como quien lleva un cirio, y aplicando al labio inferior el borde del agujero. Con más precisión: la cabeza cae un poco sobre el instrumento o el instrumento se inclina hacia la boca. Los labios se cierran hasta dejar escapar, en forma de cinta, el soplo que choca contra el filo del borde. Hoy aparece en los conjuntos instrumentales que forman los aborígenes para el nguillatun, o rito agrario, y para diversas ceremonias o fiestas.

 

Música

     La Pifilka, instrumento acompañante, no melódico, interviene más o menos como un ´francotirador`. Su nota única se introduce en el curso del canto o del conjunto instrumental sin relación tonal con ellos. Muchas veces lanza su silbo a intervalos regulares y no siempre coincide con los acentos rítmicos principales, es decir, que puede marchar a contratiempo.

 

 

Bibliografía

Vega, Carlos. Los instrumentos musicales aborígenes y criollos de la Argentina [en línea]. Buenos Aires : Educa, 2016. Disponible en: http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/libros/instrumentos-musicales-aborigenes-criollos..pdf

 

INSTRUMUNDO. (2016). Instrumentos musicales del mundo. Instrumundo blog

 

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