Postes y paredes fueron pintadas en algunas calles de Píllaro para dar a conocer que la belleza de la naturaleza está presente y hay que retomarla para ayudar en la conservación de la vida.
“Yo pinté, pero Dios es el artista” señaló la artista Paulina Ramírez Molina oriunda de la tierra de Rumiñahui, quien desde pequeña se inclinó por la pintura.
Es diseñadora de profesión y su motivación nació observando el trabajo de su madre. La pasión por el arte viene por herencia y en los últimos días dio mucho de que hablar, por pasar de la idea a la acción.
Transformó con vistosas pinturas de aves, flores, casas, naturaleza, letras y animales los espacios que pasaban desapercibidos, utilizando los postes de energía eléctrica y paredes del Comité ‘Unidos por la Paz’ del Barrio 24 de Mayo, ubicado en el centro del cantón Píllaro.
“Todos sabemos que el primer artista fue Dios porque se encargó de moldear al ser humano con tanta perfección y le dio las habilidades para hacer cosas maravillosas en este mundo”, manifestó la virtuosa.
Fueron 15 días de arduo trabajo en limpieza de los postes, fondeada, barrido y baldeado a presión de las aceras con la ayuda del Cuerpo de Bomberos y finalmente la pintura de los bordillos cuya acción se concretó con las mingas. Siempre se contó con el apoyo incondicional de los vecinos, en especial de los asistentes Carlos Ramírez y Zayra Milena, señaló la artista, quien además es la presidenta del Comité Unidos por la Paz.
El alcalde Francisco Elías Yanchatipán apoyó con la pintura, de manera personal. Este es un proyecto piloto y el prefecto Manuel Caizabanda se comprometió a trabajar con Paulina Ramírez para crear un proyecto y replicarlo en toda la provincia con fondos del Gobierno Provincial. (I)