Zona Cultura, programa informativo transmitido por las radios de la CCE entrevistó a Diego Coral López, director de la Cinemateca Nacional Ulises Estrella quien comentó sobre el trabajo de esta institución cultural.
¿Cómo fue el trabajo de la Cinemateca en el 2020?
Una de las cosas que más destacamos, es que a partir del confinamiento, en marzo del año pasado, tomamos ciertas decisiones que tienen que ver cómo abordar el problema del confinamiento, el acompañamiento a la sociedad y la función de la Cinemateca, en una situación tan extrema. Nos enfocamos en el tema relacionado con archivo, y trabajamos en la preservación del patrimonio fílmico ecuatoriano.
Contactamos con cine clubes de otros países, con la redes cines clubes del Ecuador, que fue un gran apoyo para la programación del año. Logramos hacer una programación conjunta a nivel mundial y la gente respondió de manera extraordinaria. Lo que más destacamos fue la capacidad de adecuarnos interiormente para aprovechar la penosa situación de la pandemia.
¿Cuál fue resultado del trabajo virtual?
En los primeros días de confinamiento tomamos varias decisiones. Algunas cosas se quedaron en suspenso y otras decidimos no hacerlas. Una de esas cosas que quedaron en suspenso fue el Festival Latinoamericano de Cine de Quito, organizado por la Cinemateca de la CCE, el FLACQ.
Otro problema que atravesamos el año pasado fue el tema presupuestario, los recortes fueron totales para la Cinemateca, con las restricciones que el Ministerio de Finanzas comenzó a imponer a todo el sector público. La gran mayoría de partidas presupuestarias para contratar servicios fueron restringidas, Cinemateca trabajó con un presupuesto de cero.
Trabajamos con el Cine Club, Ciudad Faro en Portugal, que tuvieron una programación sobre cine latinoamericano. También trabajamos con el Cine Club Catalá, que se programó cada 15 días una película que estaba disponible para todo el país, era un trabajo en conjunto, porque si hubiera dependido de nosotros, no hubiésemos tenido la capacidad económica de hacerlo, y la capacidad logística tampoco.
¿86 películas proyectadas entre los meses de enero y marzo, 6.000 espectadores, cines foros en línea, 31 películas transmitidas, y muchas visualizaciones, ese es el respaldo?.
Estas películas transmitidas por redes se hicieron con otros cines clubes del mundo.
¿Hablemos de patrimonio fílmico ecuatoriano?
La materialización de una cronología del cine ecuatoriano, es un trabajo que se hizo desde el nacimiento de la Cinemateca, en el 81, el primer grupo de investigadoras que fueron todas mujeres contratadas por la Cinemateca, en 1982 que comenzaron hacer una investigación sobre la cultura cinematográfica ecuatoriana, y eso fue creciendo hasta que Wilma Granda investigadora de la Cinemateca, consolidó una primera cronología del cine ecuatoriano desde sus primeros pasos.
Yo me propuse continuar esa labor desde el 2017 desde mi gestión. Aprovechando el encierro y que la sala de cine se cerró, nos pusimos mano a la obra e investigamos desde el año 2017 en adelante, que es el período que no ha sido investigado, y estamos avanzando.
Largometrajes, cortometrajes, animación, video arte, video danza, publicaciones de libros, tesis de maestrías, documentales, licenciaturas, foros, festivales, etc.
Estamos haciendo una cronología que va desde 1874 a cargo de Paul Narváez.
En este año se finalizaría esta cronología, que es un proyecto emblemático.