OBRA DE LA SEMANA: LOS COLLARES PRECOLOMBINOS

 

El arte es una parte integrante de cualquier sociedad y nuestro conocimiento del arte del antiguo Ecuador podrá apreciarse realmente, mediante el descubrimiento científico de piezas dentro del contexto en que los colocó la sociedad que los elaboró T. Cummins 1992

El desarrollo de la ciencia arqueológica ha llevado a sus especialistas a integrar puntos de vista diferentes para una comprensión de las sociedades pretéritas a partir de sus restos materiales. Los primeros neandertales que habitaron territorio europeo reconocieron la posibilidad de colgar una piedra llamativa de sus cuellos tan solo con un hilo, algo que, nos puede parecer extremadamente sencillo, pero en ese momento, 100.000 años atrás simbolizó un autorreconocimiento de la existencia personal, al punto de buscar, premeditadamente, decorarse a uno mismo.   

Los primeros en preocuparse, si cabe el término, sobre la evidencia Jama-Coaque en nuestro territorio, fueron Marshall Saville (1907) y Víctor Emilio Estrada (1957) quienes, cada uno en su tiempo, realizaron excavaciones y descripciones del material de esta cultura precolombina, siempre destacando la fastuosidad de las decoraciones de los personajes antropomorfos tanto para su cabeza como en su cuerpo. En general son pocos los estudios de este tipo y de los escasos existentes, nos permiten un estudio sobre la iconografía precolombina plasmada en el material encontrado y llevar a cabo una aproximación a su pensamiento, ejerciendo cierta vinculación entre arqueología e iconografía para un análisis relacional de imágenes.

 Las Vegas 7000- 4000 aC. Son la primera comunidad de Ecuador en las que se reconoce una intención más elaborada al colocar objetos comunes de su entorno en su cuerpo. En este caso lograron usar huecos naturales de piedras y/o conchas para atravesar el hilo que colgaría de sus cuellos. En los entierros encontrados, aquellos con elementos de mayor extrañeza y escasez para la localidad serían los que tengan más estatus. Cuentas y collar de concha Spondylus

En la cultura Valdivia 4000 – 1000 aC. por ejemplo, ya se encuentra la repetición de cierto tipo de elementos como la piedra verde, esquistos volcánicos muchas veces, lo que evidencia que ya no solo se trabajaba una pieza al azar, sino que había sido seleccionada por ciertas características y/o estéticas.

En el periodo Formativo Temprano 4000- 1000 a.C. las habilidades motrices se desarrollaron a tal magnitud que esas conchas y piedras eran talladas adquiriendo formas puntuales, que para el periodo Formativo Tardío 1000- 300 aC incluirían la cerámica destacando siluetas humanas (como figurinas Valdivia y Chorrera) y/o animales (murciélago, venado, mono); brindando a estos objetos propiedades espirituales o de protección.  

Los vestigios seleccionados pertenecen a chamanes ataviados con atuendos de la temporada seca, de recolección o verano. Son figuras masculinas, encontradas generalmente están desnudas, algunas con taparrabo, y adornadas con aretes y collares múltiples y con las manos en la cintura con tatuajes o pintura corporal. Se puede evidenciar que el estatus en los accesorios se relaciona con el material y el acabado. Algo que representa hasta el día de hoy, más valor según la calidad de su acabado.

El vestuario chamánico está caracterizado por sus elementos de belleza, elegancia y formalidad. Existen dos tipos de atuendos para dos épocas importantes del calendario: la temporada de lluvia y la seca (o la de siembra y de cosecha), así como dos tipos de chamanes que los usan. Los elementos decorativos más simples son para los personajes ornitomorfos, mientras los tocados y collares principalmente, se concentran en los personajes antropomorfos.

Los chamanes con torsos descubiertos poseen más joyas o adornos corporales, que cuelgan de orejas, narices, bocas y pezones. Estos adornos, apliques de oro, accesorios corporales también de oro, conchas Spondylus y turquesas, además de grandes y muy elaborados tocados, revelan una cultura ancestral barroca espectacular que, sumados a collares, brazaletes y tobilleras, realizados con chaquiras y caracoles, sugieren la presencia de la danza, pues se moverán y producirán sonidos, los caracoles marinos cosidos en los ponchos, debieron funcionar como cascabeles que, evidencian la relación con el agua y la necesidad del líquido vital para fertilizar los campos en tiempo de siembra.

Los tocados, tanto como los collares y ponchos, eran esenciales para distinguir a los chamanes del resto de la comunidad. Mientras más grandes y elaborados, más conocimientos y facultades tenía su portador. Cummins, Burgos, y Mora, 1996. Las decoraciones iban acordes a la temporada, por ejemplo: en temporada de siembra llevaban adornos con material de conchas; en la de cosecha, plumas de pájaros. Las aves coloridas estaban asociadas con el sol, la maduración de frutos, el buen tiempo (Gutiérrez, 2011).

La Cultura Tolita 300 a. C al 700 d.C.  representó elementos cotidianos por los que sentían un profundo interés y respeto como animales (venado) y semillas (maíz). 

 Con Jama Coaque 300 a. C- 1500 d.C. se marca el inicio de las cuentas repetitivas. Un formato que podía aplicar materiales como la piedra, concha, cerámicas y que simbolizaba las redes de mercado que existían pues, se ha encontrado el uso de piedra Lapislázuli de Chile. 

En la cultura Manteño Huancavilca 700- 1500 d. C las familias se identificaban a través de sellos que usaban como colgantes (que también tenían aplicaciones sobre textiles o la piel), los chamanes usaban colgantes de dientes de animal y los guerreros placas de metal con grabado de animales. Y el más extraño, que marcaría otro momento histórico del Ecuador, el vidrio. Un material que llegaría con las primeras navegaciones españolas a América, pero en Ecuador llegó antes que los mismos españoles, evidenciando que nuestra red de comercio era bastante rápida y efectiva.

Figurina Jama Coaque con sello de colgante

Desde entonces habría otras adaptaciones que conllevarían otros contextos sociales y caracterizaciones. Sin embargo, podemos decir que fue el Ecuador precolombino el que dio forma y significados a lo que hoy conocemos como collar en nuestro país. 

FUENTE: Museo de Arte Precolombino Casa del Alabado

Universidad de Cuenca / andeanchic@gmail.com

QUELAL Pablo A. Iconografía de la Cultura Jama-Coaque

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