Luis Sarrazín Dávila: “Hay que volver al confinamiento en los lugares donde hay mayor contagio y mortalidad, no queda más”

Dr. Luis Sarrazín Dávila

Médico especializado en Pediatría, exministro de Salud durante el gobierno de Osvaldo Hurtado; actualmente, Luis Enrique Sarrazín Dávila es auditor general médico de la Junta de Beneficencia de Guayaquil e integra la Mesa Técnica de Salud del Municipio de Guayaquil. Nos recibe en su oficina, ubicada en el centro de la ciudad, rodeado de libros y documentos. Para él, la única solución a la pandemia es el compromiso ciudadano, si no avanzaremos a la fase cuatro.

Por Mgtr. Flor Layedra Torres, editora.

Ha transcurrido más de un año tras el anuncio de la pandemia del Covid-19, ¿qué deberíamos haber aprendido?

El problema de la pandemia conlleva una respuesta importante de la población afectada; la ciudadanía debió responder con entusiasmo y al mismo tiempo con disciplina, con respeto y con gran obediencia a las disposiciones sanitarias de los respectivos organismos, para, de esta manera, frenar la circulación del virus y evitar su contagio, lo cual no ha sucedido, puesto que la población ecuatoriana se ha comportado absolutamente indisciplinada, irresponsable y de manera absurda frente a una situación sanitaria tan grave.

¿A qué cree que se deba este comportamiento?

La ciudadanía no tiene ningún tipo de educación ni ninguna respuesta cívica, por lo tanto, se comporta como gente salvaje, sin ningún tipo de educación ni de respeto a nada.

¿Cree que se pueda contrarrestar esta situación?

Imposible, habrá que esperar unas tres o cuatro generaciones para que vengan ecuatorianos más educados, reflexivos, obedientes y responsables.

Si es así, ¿qué va a pasar? Al país ha llegado una nueva cepa y la tasa de mortalidad sigue aumentando.

No es qué va a pasar, sino qué está pasando: la circulación del virus ha aumentado, el número de pacientes ha aumentado, el número de enfermos graves ha incrementado, la necesidad de camas en unidades de cuidados intensivos ha crecido a tal punto de sobrepasar la oferta; una demanda descontrolada que ha hecho que haya gente en lista de espera para ocupar una cama en cuidados intensivos.

Esto no va a parar…

No va a parar en absoluto.

La situación epidemiológica empeorará de forma notable, ¿qué se debe hacer para bajar el número de hospitalizaciones y de muertes?

Respetar las medidas sanitarias, nada más; eso es todo. Todo el que sale va a una fiesta, a un baile, a un cumpleaños o a una reunión se contagia, contagia a los demás, enferma, aumenta la mortalidad y el contagio. No tienen que salir a ninguna parte, para nada; salvo que sea una cuestión estrictamente necesaria que se pueda justificar.

¿Qué otras medidas podrían ayudar a contrarrestar el contagio?

Ninguna. Dar fuete. Dar palo a los ecuatorianos desobedientes e irresponsables, lo cual es muy difícil, pues habría que andar con un caballo repartiendo látigo por la ciudad y eso no es posible.

¿Cree usted que el Ecuador se deba convertir en un estado policíaco, como única forma de controlar el incremento de contagios?

No, un estado policíaco de ninguna manera da resultado. Está probado que tiene que venir de la conducta de convencimiento de cada ciudadano. El estado policíaco no tiene ningún efecto.

El Colegio de Médicos del Guayas reiteradamente ha indicado que se debe decretar un confinamiento obligatorio; sin embargo, la economía no lo soportaría. ¿Qué hacemos?

Es muy sencillo, ¿qué economía hay con enfermos y con muertos? Ninguna. Por lo menos hay que preservar la salud de los pocos que están para que estos puedan seguir avanzando, no hay otra alternativa. No se puede hacer consideraciones de ese tipo frente a una pandemia.

¿Deberíamos volver al confinamiento obligatorio?

Hay que volver al confinamiento en los lugares donde hay mayor contagio y mortalidad, no queda más.

¿Guayaquil sería uno de esos sitios?

Es posible, si la situación sigue igual a como está hasta ahora.

Hay rumores de una nueva orden de confinamiento; sin embargo, tuiteros y personas relacionadas al comercio, se han opuesto. De acuerdo con su criterio ¿qué es lo que impide que se decrete nuevamente esa orden?

Siempre hay consideraciones positivas y negativas frente a una actitud a tomar y se están viendo las diferentes alternativas que existen, pero lo primero de lo primero en un país es, por parte de sus autoridades, preservar la salud de los ciudadanos y para eso tienen que tomar todas las medidas que sean necesarias.

De lo contrario volvemos al confinamiento…

Así como van las cosas, la mortalidad seguirá aumentando y estaremos en las mismas condiciones; si no, volveremos al confinamiento seccional o integral.

¿Las restricciones vehiculares y los toques de queda ayudan a mitigar el contagio?

El toque de queda por supuesto, porque no los deja salir. La gente es tan irresponsable que sale a fiestas nocturnas y con esta medida se reduce la tasa de contagio.

¿Está a favor de la restricción vehicular?

Es relativo, depende de la hora y de las circunstancias, pero no creo que la restricción vehicular tenga mayor efecto que el toque de queda y la restricción hacia las personas.

¿Por qué cree que la restricción vehicular no tiene mayor efecto?

Porque los que tienen que moverse no pueden hacerlo en sus vehículos y ocupan los transportes públicos, donde hay hacinamiento, por lo tanto, el contagio aumenta.

Hay estudios que sugieren que la actividad física regular proporciona una fuerte protección contra la hospitalización en casos Covid-19…

En absoluto, al virus no le importa un pepino su condición física. Si usted es luchadora de judo o campeona mundial de taekwondo, el virus se mata de risa; solo necesita un ser humano, sin importar la fuerza que tenga o su desarrollo muscular.

Actualmente estamos en la etapa de vacunación, ¿cuánta protección nos pueden otorgar las vacunas?

Está clarísimo que las vacunas son la opción por la cual un ser humano recibe un antígeno y, gracias a eso, su sistema reticuloendotelial desarrolla anticuerpos para contrarrestarlos (…). La vacunación no va a evitar la enfermedad, sino la gravedad de la enfermedad, pero los cuidados sanitarios tendrán que mantenerse, posiblemente, no por meses, sino por años.

Muchas personas tienen miedo de administrarse las vacunas, ya que dos de ellas (AstraZeneca y Johnson & Johnson) han provocado casos anómalos de trombosis. ¿Qué podemos analizar en cuanto a estos casos?

No hay que analizar nada. Yo me veo en el espejo y me veo con una cara de rata de laboratorio o de conejillo de indias, eso es lo que somos; estamos permitiendo que nos pongan una vacuna experimental sin haberla probado como disponen los cánones internacionales de control de calidad, que dicen que una vacuna tiene que ser probada, por lo menos durante un año, antes de ser comercializada. Entonces, lo que estamos observando son las reacciones de las vacunas en el proceso de prueba al que estamos sometidos.

Si el mundo está en una fase experimental ¿es recomendable que nos vacunen?

Preferible Chana que Juana. Sé, como médico, con pleno conocimiento, que me están poniendo una vacuna experimental y que me puede pasar cualquier cosa a consecuencia de ello, pero confío en que a mí no me cause una reacción violenta.

¿Existen vacunas específicas para los niños?

No hay vacunas para niños, porque las vacunas infantiles tienen que ser procesadas con una delicadeza y con una estrictez tremenda porque van a organismos que tienen una serie de inmadureces propias de su edad y de su condición biológica, por lo que tienen que ser vacunas absolutamente idóneas y seguras para evitar complicaciones en ellos.

¿Cómo los protegerlos, cuando ya se está hablando de planes piloto para el retorno a clases?

¿¡Qué regreso a clases!? Eso es una locura. Nadie tiene que regresar a clases; hay que dar fuete a las autoridades por el nivel cerebral tan bajo de pretender hacer actividad presencial en una época de contaminación tan grave y sobre todo con seres que no tienen ninguna defensa. No debe haber clases presenciales en el Ecuador, bajo ningún concepto, sistema, patrón, arreglo o acomodo; no.

¿Hasta que haya vacunas para los niños?

Hasta que haya protección infantil adecuada y hasta que el virus haya dejado de circular suficientemente en el país.

¿Será posible erradicar el SARS-CoV-2, si el único virus que se ha podido erradicar es la viruela?

Nunca, nunca se erradicará el virus; cuando un virus llega se queda. El virus de la viruela está en algún sitio, calladito, escondidito hasta que pueda volver a atacar. El virus de la polio está en África, en Asia. ¿Por qué no se manifiesta?, porque se hizo una vacunación universal de tal amplitud que se erradicó la viruela y la polio.

¿Cómo debemos cuidarnos psicológicamente para que las medidas restrictivas no nos afecten?

Eso depende del nivel del desarrollo psicosocial y espiritual que tengan los individuos, del hogar donde se originaron o se formaron, de las experiencias y enseñanzas que tuvieron de sus ancestros. Yo no tengo ningún problema con el confinamiento. Estoy tranquilo y feliz, trabajo donde debo trabajar y me cuido a rajatabla. No voy a ninguna parte. Eso de que es el matrimonio de mi primo y debo ir a Cuenca, es una estupidez total; el que piensa de esa manera está perdido.

¿Qué hacemos ante el cansancio médico?

Eso es terrible, porque los médicos no paran desde marzo del 2020 y puede ser que el agotamiento los obligue a abandonar el trabajo y ya no ver a más enfermos porque se van a morir. O que lleguemos a un contagio tan alto y por el porcentaje de mortalidad tan grande, que entremos a una fase cuatro, donde se tenga que decidir sobre el futuro de un paciente.

¿Vamos hacia allá?

Vamos hacia allá, por eso tenemos que cuidarnos. Yo sé que, si un día llegamos a la fase cuatro, a mí no me van a atender, por más que yo tenga méritos o haya hecho algo bueno en la vida, por eso yo debo cuidarme a rajatabla, y no salir.

 

ENTRENOS

¿Cuál es su libro preferido?

No tengo un libro preferido, pero hay un libro maravilloso que enseña, en cada versículo, en cada página, es la Biblia.

¿Cuál es su versículo favorito?

Todos, porque todos son enseñanzas sobre la vida y sobre el comportamiento del ser humano.

¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?

Me gusta conversar con mi esposa, alternar con mis hijos, disfrutar de mis nietos, aunque sea muy espaciadamente, ya que el alejamiento es cruel para los abuelos que no pueden reunirse con los nietos. Oír música agradable, como un jazz suave.

¿Qué desearía?

Si el genio de la lampara viniera y me dijera: Sarrazín, solo te concedo un deseo, qué quieres. Yo le diría: Genio, regresar a la edad de 10 años.

¿Por qué?

Porque gozaría de la época más maravillosa de mi vida que fue mi infancia y tendría a mi lado a los seres más extraordinarios que perdí, mis abuelos y mis padres.

¿A quién admira?

A Oswaldo Hurtado Larrea.

¿Cuál es su plato preferido?

El caldo de bolas de verde.

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