En la Galería de Oficios de la Casa de la Cultura, junto al teatro de la institución, el maestro artista Carlos Pauta presenta una exposición venta de sus creaciones: esculturas y arte objeto, en la que resaltan el diseño, la forma y los colores, en un material poco usual: hierro pavonado.
Este material recibe una capa superficial de compuestos químicos alrededor de las piezas de acero para mejorar su aspecto y evitar la corrosión. Así se puede ver creaciones como llaveros de pared con formas vegetales, el diseño de un pectoral indígena con espejo, candelabros con motivos florales, inciensarios.
Así mismo, un juego de espadas con un escudo, un crucifijo; varias esculturas: una vendedora, un violinista, un indígena, un ángel violinista en forma de campana, un enigmático juez con cuernos, una serie de teteras o recipientes para servir bebidas en curiosas formas, decorados con aves como papagayos, loros, búhos y flores.
Se puede ver a cuatro ángeles de una banda de pueblo: tamborilero, flautista, uno que toca los platillos y otro con el rondador; y, no falta un músico con las maracas, candelabros para velas, manzanas, pasadores de café, floreros, e incluso un diablo huma, personaje de las fiestas populares andinas.
En el mismo local, pero un piso más abajo, a nivel de subsuelo, está Fab Lab, un laboratorio de diseño y venta de objetos junto con una cafetería. El espacio se sustenta a base de un convenio entre la Casa de la Cultura. Juan Pablo Astudillo está a cargo.
Aquí se puede ver el trabajo de varios creadores, con artículos especialmente diseños, entre ellas prendas de vestir como mandiles de casa, objetos utilitarios, esculturas de personajes creadas con diseño digital y elaboradas mediante las llamadas “impresoras en 3 D”, que realmente son constructoras de objetos, para lo cual eyectan, poco a poco, un material plástico a alta temperatura, siguiendo la forma de un diseño programado en computador.
Objetos en madera, resina, adornos de mesa, algunos que imitan a personajes de la película “La guerra de las galaxias”, también se exhiben juguetes, cuadros de pintura y joyería. Además, en el espacio funciona una cafetería que sirve bebidas calientes y bocadillos.
Estos emprendimientos forman parte de la incubadora de proyectos culturales que promueve la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay, que se suman a otros como coworking (espacios compartidos de trabajo), oficinas dedicadas, zona de talleres, laboratorio de trabajo con “impresión en 3D”, corte de vinil, talleres periódicos, proyectos, “routeado CNC”, equipo para corte de piezas que dan forma a una figura.
Con estas instalaciones, la Casa de la Cultura del Azuay da un uso general a los espacios de su edificio, antes subutilizados o rentados a negocios particulares.(AVB)-(I)