En el mes de mayo del 2019, la UNESCO -Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura- certificó que la provincia de Imbabura había sido reconocida como el primer Geoparque del Ecuador, una vez cumplidos los exigentes requisitos para tal designación.
El organismo internacional señala que «un geoparque es un territorio que presenta un patrimonio notable que es el eje fundamental de una estrategia de desarrollo territorial sostenible basado en la educación y el turismo». El reconocimiento como geoparque se fundamenta en tres principios: «la existencia de un patrimonio geológico destacado; la puesta en marcha de iniciativas de geoconservación, educación y divulgación; la creación de un proyecto de desarrollo socioeconómico y cultural a escala local basado en el patrimonio geológico».
El énfasis de lo geológico tiene que ver con las formas de adaptación del hombre al ambiente en que vive; esto es, con los procedimientos por los cuales una sociedad asegura su subsistencia, mediante su adaptación al medio físico en que se desarrolla y los intercambios que realiza con otras sociedades para suplir lo que le falta. Esas formas de vida, las estructuras sociales, las creencias y los medios de comunicación simbólica son los elementos que forman lo que se denomina cultura, según la antropología.
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