LA OBRA DEL DÍA: JUAN MIGUEL FRANCISCO BORJA Y LIZARZABURU

Juan Miguel Francisco Borja y Lizarzaburu.

El museo posee un retrato del personaje histórico, descendiente de los reyes de Navarra y Aragón, el Doctor Juan Borja,  un jurisconsulto, político liberal y mártir ecuatoriano, nacido en Guano en junio de 1816, su linaje provienen del duque de Gandía, el Conde III Juan de Borja y Enríquez de Luna, nieto del Papa Alejandro VI, y de Juana de Aragón nieta del Rey Fernando II de Aragón.

Históricamente se lo encuentra en el relato de 1846 sobre la discusión mantenida por un artículo publicado por el  Dr. Gabriel García Moreno, en el diario quiteño “El Vengador”, del cual era su editor; acusando a su hermano Juan Manuel de ser un “aventurero” que, en alianza con el traidor, expresidente Gral. Juan José Flores, con los viajes a Europa  planeaban invadir el Ecuador para así recuperar el poderío colonial. Frente a esto el Doctor Borja, recurriendo a una hoja volante le rebatió diciendo: “mi hermano no es aventurero; aventureros son los que, sin una moneda, sin otra recomendación que su osadía, aparecen en Quito de repente y se casan con mujeres ricas, sean o no viejas y feas” Siendo inconfundible la alusión referida a Rosa Ascázubi e interviniendo en su vida privada lo que encolerizó profundamente a García Moreno, al punto de jurarle, por ello, eterna venganza. (Mora, 1866)

“Formaba parte del grupo de los buenos amigos del presidente José María Urbina con quien compartía una cierta indiferencia religiosa que lo liberaba de obedecer en forma incondicional a los dictados de la clerecía politiquera” En 1849 interviene en la vida pública al ser elegido Concejal de Quito. En la presidencia del Doctor Urbina es nombrado Director de la Casa de Moneda, en1856, vuelve a ser elegido Concejal de Quito y el presidente Gral. Francisco Robles García lo designó Gobernador de la provincia de Pichincha.

En 1859, respaldó al Gral. Francisco Robles García, combatió desde el interior del Palacio de Gobierno, haciendo frente a los sublevados contra el régimen, que atacaron apoyando la instauración de un gobierno provisional en Quito, integrado por Gabriel García Moreno, Jerónimo Carrión, Pacífico Chiriboga y Rafael Carvajal. Ante la multitud que cercaba al sitio, se rindió y fue victimado por un hombre del pueblo Borja cayó preso por algunas semanas, obteniendo su libertad cuando entrego una suma de dinero con la condición de que debía internarse en las selvas de Esmeraldas.

Gabriel García Moreno, en aquella ocasión, pretendió condenarlo a la pena capital, culpándolo de las muertes ocurridas en la refriega. Al enterarse que salió libre  mandó varias escoltas a buscarle para juzgarlo pero al no resultar cargos en su contra, recobró su libertad luego de sufrir vejámenes y entregar una nueva contribución de mil pesos con la condición de no volver al país durante un año.

En 1861, Gabriel García Moreno, alcanzó la presidencia por primera ocasión, desencadenando sobre él una tenaz persecución e incluso disponiendo su destierro, por lo que se vio obligado a pasar a la clandestinidad; lo cual no le impidió, que en junio de 1864, participara, en unión del Gral. José María Urbina y Viteri, en una malograda intención de derrocar al gobierno, por lo que tuvo que volver a esconderse.

García Moreno no dejo de perseguirlo y una vez localizado su escondite en Quito, al intentar escapar en la noche, se lanzó por la quebrada denominada “de Manosalvas” (actual esquina de las calles Flores y Sucre), en su caída se fracturó la mandíbula, resultando gravemente herido, que facilito su captura.

Una vez apresado, raudamente fue llevado ante la presencia de García Moreno, quien ordenó sea encadenado en un calabozo, sin consentir que se le dote de atención médica. Debido a ello, a más de las condiciones infrahumanas, el estado de sus heridas empezó a desmejorarse aún más, con el aparecimiento de pútridas llagas causadas por las cadenas.

Pese al suplicio físico que soportaba, fue obligado por García Moreno a presenciar el fusilamiento de su principal y más entrañable amigo, el general Manuel Tomás Maldonado, el cual también padeció de la enemistad del gobernante.

Su madre, conocedora del gravísimo estado en que se encontraba su hijo, acudió a una misa en la que comulgó junto al mandatario. Al culminar la ceremonia religiosa se adelantó en salir de la iglesia a la espera de éste. Cuando García Moreno surgió de ésta, suplicante se lanzó a sus pies y le rogó: “Señor… por el Dios que lleva en su pecho, deje en libertad a mi hijo para poderlo atender…”, a lo que aquel respondió: “Señora, Dios manda en el Cielo y yo soy el juez en la tierra. Su hijo no saldrá del calabozo sino para ir al sepulcro”; y se apartó de ella, abandonándola de rodillas. (Pimentel, 2010)

Su madre, al ver que Gabriel García Moreno se alejaba, sin haber accedido a su súplica, maldijo al mismo, expresando; “¡Maldito seas! ¡Un rayo te matará!”. Cumpliéndose la ejecución material del magnicidio Faustino Lemus Rayo en agosto de 1875

Habiendo transcurrido ya ciento cuatro días de permanecer encarcelado el Doctor Borja muere el 6 de octubre de 1864, en la oscura y húmeda celda de su prisión.

 

 

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