Museo de arte colonial
Autor: Anónimo
Técnica: Óleo sobre madera,
Siglo: XVIII.
La obra es parte de un tríptico. Es un óleo sobre madera, en la que vemos al ángel custodiando al demonio. En la tradición judeocristiana, cada uno de los espíritus perfectos, se encuentran por encima del hombre y por debajo del hijo de Dios. Son mensajeros de la voluntad divina e intermediario entre Dios y los hombres, de los que son guardianes y guías.
Término de traducción griega, ángel de un nombre hebreo, Malak que significa emisario o mensajero. En las Sagradas Escrituras, Dios aparece como un Rey que gobierna un concilio celestial, formado por seres angelicales, el llamado ejército de Dios o los hijos de Dios.
Las citas a los seres angelicales en la Biblia son numerosas. El ángel del Señor es un enviado directo, que porta un mensaje o ejecuta su voluntad y de este modo aparece en multitud de ocasiones tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
El ángel de la guarda se asocia con aquel que Dios ha asignado a cada uno de sus fieles, para que vele por su bien y se encargue de su custodia. Desde el Antiguo Testamento se habla de los ángeles como protectores de los seres humanos, a los que auxilian en numerosas ocasiones. Así tenemos los ángeles que ayudaron al profeta Daniel en el foso de los leones, el ángel Rafael con el nombre de Azarías que acompañó a Tobías en su viaje.
Los ángeles también son protectores de pueblos y de todos los justos. El concepto de un ángel protector constante del hombre.