OBRA DEL DÍA: EL EQUINOCCIO DE SEPTIEMBRE, TIEMPO DE HACER SEMBRÍOS

 

En la KijAmatu, la Tierra Madre del Centro, cuando PAJTA (el ser dual Sol/Luna) inicia su camino desde PAJLAINSHA, la orilla oriente de nuestro mundo donde hay un gran orificio por el que sale PAJTA por la mañana, viniendo del mundo de abajo, hacia PAJVINSHA, otro orificio en la orilla poniente de la tierra por donde desaparece hacia el mundo de abajo para iluminarlo con su luz, en su recorrido por PAJTA’ AAHUA PIYAISHA, “La gran montaña del Sol”, llega a su centro en el  zénit donde hay una silla donde toma un breve reposo al mediodía. Aquí come un frugal refrigerio que consiste en colada de PISHU, maíz y huevos duros, para, seguir su camino acompañado de CUCHA, el perro blanco, su compañero y guía.

En ese descanso PAJTA mira hacia abajo y sus ojos caen en CATEN, perpendicular, haciendo que AAMA, la sombra de sus hijos desaparezca.

MALUPAJTA, Pajta del día, termina su recorrido devolviendo poco a poco AAMA a sus hijos de abajo.

 Al llegar a Pajvinsha, ya en el mundo de la noche, Pajta de la noche KEPEPAJTA viaja por la misma senda, exactamente como lo hace en el día, parando en el zénit para reposar y comer.

En todo resulta ser igual, excepto que no es capaz de dar tanta luz como en el día, porque el Gran Hacedor hizo que en la noche solo pueda dar la mitad de la luz, tapándole un ojo.
Va completamente solo, ni siquiera le acompaña Cucha.

Es entonces que los abuelos sabían que ambos recorridos eran iguales, la Fuerza de Pajta en el día era igual que en la noche, PAJTA logra un YALLU, un emparejamiento, el equilibrio. Ahora Tanto el Pajlainsha como el Pajvinsha, están en el centro del BU’TUNIN’TALA, (el camino norte—sur) que anuncia los tiempos agrícolas.

Ese YALLUPAJTA, Pajta en equilibrio, fue anunciado por ISHUYA, el viento, que trajo las tenue SHUHSUA, la lluvia que cae en la Tierra preparada para el VITYA KINU TIMBU, el tiempo de hacer Sembríos, luego de que AMATU, la Madre Tierra, ha descansado, pues ella preparó su vientre para ser fecundada, con el Ambu Amaju, el abrazo sabroso, con Pajta, en el SUKENU, el coito primordial, acto del NEPU, la concepción, una vez que dentro de ella se ha puesto ÑI, la semilla fuego, el origen de la vida.

Cuando ya el hombre ecuatorial ha dominado la técnica de introducción de ÑI, las semillas, PISHU, el maíz; U, el zapallo; MULU, el fréjol, etc., dentro de TU, la tierra. Ahí también surge la interrogante del inicio, la raíz, y la relación entre el gran desconocido, el ILA TISSE.

ILA es la trampa que resguarda a ÑI o la semilla fuego del inicio, TISSE es aquello que se sabe que existe, pero no se lo puede ver. ILA TISSE es entonces, aquel que se anuncia con el sonido de CUIDYA, el rayo, ente fecundador, y de SHUSHUA, quien trae a SHUPI, la gota de agua lluvia, la que se riega multiplicando en el horizonte el camino original de la vida.

Entonces lo que sucede bajo tierra después de sembrar, no tiene un nombre, pero no se ve ni su cuerpo, ni su corteza, es como la primigenia concepción del Ser Fundamental, el ILATISSE, el gran desconocido que se siembra en la tierra y en la mente con símbolos que recién se empieza a entender, como si fuera una escritura de un ÑIPAJTA: un Sol/Luna raíz en equilibrio. Ha iniciado el tiempo de la femineidad, de la dualidad, del agua, de la AMA SHIMBU, La Madre progenitora.

El inicio del año agrícola en la KIJAMATU, La Madre Tierra del Centro.

 

FUENTE:

PROYECTOKITU.

Mauricio Quiroz Cevallos Investigador de Saberes Ancestrales e Historia.

 

 

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