«Las huellas que en el camino convergen» no es sino el encuentro de anécdotas que tanto Jorge como Raúl (que son los protagonistas de la obra), van descubriendo, viviendo, experimentando y lo más importante, contando lo que la vida les depara, no solo en el trajinar de sus profesiones, sino en el interesante vivir de un ser humano.
Son dos en uno. Así se transforma un interesante diálogo que pone en evidencia la capacidad del autor para entrelazar ideas y conceptos que traducidos a una realidad palpable y actual de la vida de los ecuatorianos; nos deja enseñanzas; vivencias; pormenores; particularidades que nos obligan a poner los pies sobre la tierra; para descubrirnos lo que somos y lo que hacemos. Esas realidades cotidianas se asientan en nuestro presente; descubriendo al mismo tiempo lo efímero que es nuestra existencia.
