OBRA DE LA SEMANA: SAN JUAN DE DIOS

 

Autor: Anónimo

Técnica: Óleo sobre hojalata

Siglo: XVIII

 

De un familia pobre y piadosa, su madre murió cuando aún era joven y su padre sucumbió en un convento como religioso. Pastor de joven, apreciado por el dueño de la finca donde trabajaba. No aceptó casarse con la hija del patrón porque quería dedicarse a labores espirituales. Fue soldado bajo las órdenes de Carlos V, lo cual le hizo fuerte y resistente.

Estando en guerra le ordenaron cuidar un depósito, pero por no estar alerta robaron el arsenal y su coronel ordenó ahorcarlo, Juan se encomendó con toda la fe a la Madre de Dios y la Santísima Virgen le salvó, dejando luego la milicia.

Empezó a vender estampas y libros religiosos, al llegar a Granada vio un niño necesitado que era la representación del Niño Jesús, quien le dijo “Granada será tu cruz” y desapareció.

El Padre San Luis de Ávila llegó a predicar, al cual fue a escuchar Juan y de rodillas gritó: Misericordia Señor, soy pecador y salió gritando. Repartió a los pobres lo que tenía y fue por la ciudad como loco para que la gente lo atacara y lo hiciera sufrir.

Lo llevaron al manicomio, donde le dieron fuertes palizas, las que tomaba como penitencia que ofrecía a Dios. Reprendió a los guardias por el maltrato brutal que daban a los enfermos, por lo que dijo cuando salga de aquí, fundaré un hospital.

Sin saber medicina, quería demostrar que puede ayudar y que antes de sanar el cuerpo, primero hay que sanar el alma. Sus religiosos atienden en todo el mundo a enfermos mentales, empleando métodos de bondad y comprensión.

Juan rentó una casa vieja donde recibía a todo enfermo, anciano, mendigo, loco, huérfano y desamparado. En el día atendía con cariño, por las noches, pedía limosna por las calles y los pobladores salían a darle lo que les sobraba, así podía alimentar a sus enfermos.

El señor obispo, por todo lo que hacía por los pobres, lo llamo “Juan de Dios”, llamándole así toda la gente en adelante. Como sus ropas que llevaba lo daba a los pobres, el prelado le regaló una túnica negra como su uniforme, que la llevó hasta su muerte y sus religiosos han vestido así por siglos.

Nació en Portugal, el 8 de marzo de 1495 y murió en Granada, el 8 de marzo de 1550, a los 55 años de edad. Declarado santo en 1690, patrono de los que trabajan en los hospitales y los que propagan libros religiosos.

San Juan de Dios, obra que define el perspicaz manejo artístico, prueba el sincretismo vigente en el periodo de la Audiencia de Quito, acrecienta en características plásticas la valiosa colección que se muestra en el Museo de Arte Colonial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”.

 

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