Autor: José Miguel Vélez
Técnica: Madera policromada
Siglo: XIX
Obra escultórica del Maestro José Miguel Vélez, que se caracteriza por su serena actitud, apacibilidad, suaves tonalidades, parco en el tratamiento de llagaduras, con perfección anatómica y detalles trabajados con esmero. Muestra una enorme expresividad en su rostro agónico, llegando en el inviable empeño a notables refinamientos de manos y pies, conmovedora humanidad recubierta por un delicado epitelio.
José Miguel Vélez nació en Cuenca. Creció en la tristeza de un humilde hogar, recibiendo de su madre, ternura que sensibilizó el delicado espíritu, enseñándole a apreciar la inmesa belleza del paisaje andino en el que vivió su niñez y juventud.
En esa época ya visitaba con frecuencia el taller del maestro pintor Eusebio Alarcón, contemplaba extasiado por largas horas, como el artista convertía los colores de su paleta y los trazos de su pincel en admirables obras sobre el lienzo. A poco tiempo comprendió que, a pesar de su atracción por la pintura, su verdadera vocación estaba en la escultura, la falta de conocimientos básicos en esta materia fue suplida por sus propias y naturales aptitudes y sensibilidad artística.
Su inclinación a la escultura fue casual, en cierta ocasión el maestro Alarcón le confió una deteriorada imagen del Niño Jesús, que un cliente le entregó para que la restaurara. La imagen fue robada del taller y José Miguel fue responsabilizado de la desaparición y obligado a pagar su valor. Ante la imposibilidad de reunir tal cantidad de dinero, el joven tomó una estampa e intento tallar otra imagen. Esta obra gustó al dueño y al propio maestro Alarcón, así en poco tiempo desarrollo un estilo muy particular, con el que alcanzó una profunda fascinación.
El tema de la ejecución, sumado a la prohibición de la idolatría, que explica el primer intento de un crucificado que encontramos en los siglos IV y V, cuya respuesta teológica pretende superar la problemática de herejía que negaba o separaba la condición divina de la humana.
Nació en Belén durante el gobierno del emperador romano Augusto y murió crucificado en Jerusalén bajo el reinado de Tiberio. Sus padres María y José, pertenecieron al linaje del Rey David. Jesucristo nombre compuesto por los vocablos griegos, Jesús versión de Joshua que significa Salvador y el término hebreo Mashiaj que significa Mesías o Ungido.
Por otro lado, lo devocional, espiritual y litúrgico de dichas representaciones, Jesús de Nazaret, el Cristo, fundador de la religión cristiana, figura central y protagonista del Nuevo Testamento.
En las fuentes cristianas, son los principales textos de los cuatro Evangelios considerados canónicos por la Iglesia Católica, con San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan.
La escultura de Cristo, engrandece en características plásticas la valiosa colección que se muestra en el Museo de Arte Colonial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”.
