REVISTA SUR IDEA, EDICIÓN Nro. 38

Revista de Arte y Cultura de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo de Loja

Descarga la versión digital ↪️ https://bit.ly/2zK15bj

Esta nueva odisea por los siempre luminosos recovecos del arte y la cultura empieza con una reseña del homenaje que la Casa de la Cultura Ecuatoriana – Núcleo de Loja tenía pendiente para su fundador: la publicación de sus obras completas, compiladas en 20 tomos con el nombre de Colección Cultura y Libertad, la elevada herencia de uno de los más importantes representantes de la cultura lojana. Y es que el aporte de Loja para el desarrollo del país y del mundo ha sido invaluable, y por ello debemos sentirnos orgullosos, como sostiene Félix Paladines –uno de los más fervientes impulsores de la lojanidad– en la entrevista que presentamos. Nos referimos a una cultura teñida de triunfos gracias a la desbordante capacidad creativa de talentosos artistas lojanos como el «bardo del color», Estuardo Figueroa Castillo, que acaba de cumplir 40 años de trayectoria con una obra que ha sido reconocida allende las fronteras provincianas y nacionales. O como el joven David Eguiguren, representante de una nueva camada de artistas lojanos, quien, con gran iniciativa y mucho –pero mucho– ñeque, creó el primer videojuego que se ha desarrollado en Loja, y al que se puede acceder desde cualquier parte del mundo a través de internet.

La web es esa telaraña que, a la cabeza de las nuevas tecnologías de la información, ha hecho posible las insospechadas formas de comunicación de la generación wifi, las cuales, a su vez, han dado lugar a una literatura llamada alternativa o alt lit, cuyo influjo ha atrapado a jóvenes poetas como Kelver Ax (+) y a los chicos de la Colección Péndulo, conformada por Pamela Cuenca, Edwin Paredes, Paúl Chimbo y Tania Salinas. También están Patricio Vega y unos cuantos más, que ya están dando qué hablar más allá del terruño natal.

Pero hace más de un siglo hubo un genio visionario, un riguroso investigador, un novelista sin par que, a bordo de su Nautilus, de recios globos y de viejos galeones, no solo imaginó el mundo que ahora vivimos y algunas de las tecnologías que experimentamos, sino que también bordeó Ecuador, no únicamente en el plano de la ficción (en su novela La jangada), sino también en el intelectual, ya que su influencia fue decisiva en los primeros escritores ecuatorianos de ciencia ficción, oriundos, principalmente, de Guayaquil.

Aquellos eran tiempos en los que se podía viajar y explorar el mundo con arrojo, sin el temor de contraer ya enfermedades tropicales como el paludismo, gracias a la preciada cascarilla lojana, el poderoso febrífugo cuyo precio se cotizaba en oro. Hoy, el mundo entero está en cuarentena por el COVID-19 y aún no hay un medicamento preciso que lo pare. Se ha especulado mucho sobre la posibilidad de que el coronavirus sea un invento de las grandes farmacéuticas para vender su cura y ampliar su fortuna, pero no hay pruebas concluyentes. De lo que sí hay abundante evidencia es de las astronómicas ganancias que obtuvieron algunas de esas empresas gracias a su estrecha relación con el Tercer Reich, para lo cual crearon un sitio que fue el infierno mismo: Auschwitz.

En todo caso, quienes aseguran que en las actuales condiciones no se puede viajar se equivocan. Podemos conocer lugares fantásticos, personajes increíbles y situaciones extraordinarias a través de la lectura, a través de fascinantes libros que llenan innumerables anaqueles de librerías como El Ateneo, de Buenos Aires, que tendremos la oportunidad de visitar, a ritmo de tango, en esta nueva edición de SurIdea.

Finalmente, tenemos la magia de los Orishas, grupo cubano que le canta a su isla añorada desde otros lugares del planeta.

En fin, el itinerario está trazado, y se anuncia buen viento y buena mar.

Bon voyage…

 

Scroll to Top