CATÁLOGO VIRTUAL «SOY» DE LA ARTISTA PAOLA MEDINA

Loja, 8 de octubre de 2020

“SOY” es una muestra escultórica de carácter retrospectivo y cuyas nueve obras toman como protagonista a la figura humana femenina. Para Paola Medina, el objetivo es transgredir en el ideal de belleza tradicional y la cotidianidad de quien observe la muestra, pues, más allá de la apariencia exterior, se intenta mostrar la diversidad física, identitaria y social de mujeres del conglomerado común, poniendo en supremacía el valor interior del individuo.

La inauguración de la exposición “SOY” se efectuó el 24 de septiembre de 2020. Su propuesta forma parte del Programa de Exposiciones Visual 2020 que impulsa la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo de Loja (CCE-L)

TRAYECTORIA ARTÍSTICA

Licenciada en Artes Plásticas, mención Escultura, por la Universidad Nacional de Loja (UNL), actualmente se encuentra cursando una maestría de Gestión Cultural en la Universidad Oberta de Catalunya. Gestora y productora cultural independiente, fue la Mejor Egresada de la carrera de Artes Plásticas de la UNL, promoción 2012-2017, y finalista en la Primera Bienal de la Pequeña Estampa de América Latina y el Caribe, organizada por la UNESCO (2017). Ha formado parte de varias exposiciones colectivas en ciudades como Loja, Zamora y Quito, entre las que se destacan: “Matilde Hoy” (CCE – Loja, 2020), “Sueños color violeta” (Museo Puerta de la Ciudad, Loja, 2020), “Imagen e intemporalidad” (Ministerio de Cultura y Patrimonio, Loja, 2019), “Loja, tierra de escultores” y “Homenaje a la madre” (Museo Puerta de la Ciudad, Loja, 2019), “Las Peñas y Loja, juntos en los caminos del arte” (CCE – Zamora Chinchipe, 2019), “Expo Sombreros” (Municipio de Loja, 2018) y “Diagnósticos lineales” (GAD Municipal de La Troncal, 2018), entre otras.

 

«…más allá de mostrar la apariencia exterior, se intenta mostrar la diversidad física, identitaria y social de mujeres del conglomerado común, poniendo en supremacía el valor interior».

Paola Medina, artista plástica

OBRAS QUE INTEGRAN LA PROPUESTA «SOY»

“Ritmos anímicos I”, 2017, modelado en arcilla y vaciado en cemento, 30 x 42 x 35 cm

“Ritmos anímicos II”, 2017, modelado en arcilla y vaciado en cemento y arcilla, 33 x 43 x 36 cm

“Ritmos anímicos III”, 2017, modelado en arcilla y vaciado en cemento, 30 x 42 x 35 cm

“¡Esto soy!”, 2017, modelado en arcilla, 46 x 40 x 42 cm

“S/T”, 2017, modelado en arcilla, 28 x18 x 11 cm

“La belleza de lo imperfecto”, 2018, tallado en madera, 32 x 60 x 22 cm

“Cuerpo exorbitante”, 2018, modelado en arcilla, 36 x 56 x 25 cm

“Mi condición humana”, 2018, modelado en arcilla y cemento, 43 x 43 cm

“Ligera”, 2019, modelado en parafina, 18 x 28 x 13,5 cm

ANÁLISIS DE LA PROPUESTA “SOY”, DE PAOLA MEDINA

Paulina Salinas Erreyes

 El cuerpo se revela, de modo destacado en cada sociedad, como el territorio íntimo/público central de configuración de la identidad, el escenario cultural privilegiado para la expresión de las nociones de persona, individuo y sociedad.

Flores Martos, 1996, p.7

En todas las sociedades y a través del tiempo, las diversas prácticas sociales establecen diferencias y desigualdades, siendo el cuerpo humano la más evidente muestra de esas prácticas, que determinan, desde características físicas, el lugar de procedencia o el estatus socioeconómico, hasta regímenes alimentarios o prácticas deportivas, pero sobre todo, en sociedades consumistas, el cuerpo es lo que refleja la tiranía de la industrialización y del consumo porque se cosifica.

Se considera a la década de los años setenta del siglo anterior como el momento en que se acentúa la preocupación social por el cuerpo. Este es aquello que le confiere rostro y nombre a la persona, es un ente indisoluble de la personalidad, una especie de alter ego en el que el individuo se reconoce y con el que pretende vivir de manera armónica.

Las sociedades contemporáneas muestran al individuo como un ente sujeto a normas y reglas sociales que modelan su comportamiento y su pose corporal para obtener la anhelada aceptación, induciendo a seguir modelos externos difundidos en los medios de comunicación y en la publicidad, replicados y modificados de acuerdo a la necesidad interna de cada individuo, que imita patrones impuestos en el círculo social en el que se desenvuelve a diario.

El cuerpo es el símbolo donde se dibujan todas las prácticas represivas y los modelos de transgresión. El cuerpo responde a la necesidad de identificación y a la representación de esa identidad. La estructura corpórea representada nunca es auténtica; la representación nos remite a nuestra experiencia acumulada y esta se extiende a todos los planos sensoriales.

Todas las evoluciones del cuerpo han sido basadas en la evolución social. Si cambia la sociedad, cambia el cuerpo, que es el nexo entre sociedad e individuo, como ser comunitario y universal; es el vehículo en el que nos movilizamos por diversos contextos sociales. El cuerpo es la superficie y el soporte de inspiración.

Bajo este contexto se desarrolla la obra de Paola Medina, de corte expresionista y muy sugestiva, con un proceso de experimentación riguroso y dedicado, que busca, a través del material (arcilla, yeso, resina, madera, cemento, parafina y otros materiales no convencionales), expresar en forma decisiva y hasta atrevida, utilizando el cuerpo de la mujer como pretexto para manifestar su inconformidad con los estándares de belleza impuestos por la sociedad. Toma una postura que desencaja en estos patrones y muestra a la mujer cotidiana, sin tabúes ni complejos.

“Soy” es una muestra escultórica poco convencional que se posiciona como una propuesta con una base conceptual muy sólida y estudiada, que no ha dejado suelto ningún aspecto en su proceso de creación. Retomando la idea de Paola, su obra

muestra a la mujer empoderada, a aquella que no ha sucumbido a los estándares de belleza establecidos dentro del medio, aquella que ha triunfado en sus batallas internas, aquella mujer fuerte.

Por otro lado, Paola Medina se muestra con una actitud desafiante. Lo grotesco de sus formas –en una analogía con la fuerza y vitalidad–, la gestualidad de los cuerpos desnudos –con la piel llena de heridas, huellas y experiencias, y con rostros que gritan– se manifiestan y transmiten sentimientos de impotencia y rebeldía en los que el “estamos aquí” no es una postura de inferioridad, sino un grito de valentía que remueve las conciencias y cuestiona los prejuicios y estereotipos sociales infundados.

Paola busca identificarse con todas las mujeres, las invita a empoderarse y a manifestarse, como todo artista que desea reflejar su experiencia de ser y estar en una sociedad que sigue buscando la “perfección”.

BIBLIOGRAFÍA

 

  • Flores Martos, Juan Antonio. (1996). Antropología de los sentidos. Madrid: Editorial Celeste.
  • Carrizosa Hernández, Silvia (comp.). (1999). Cuerpo: Significaciones e imaginarios. México: UAM Xochimilco.
  • Ecker, Gisela, Brückner, Jutta (1986). Estética feminista. Barcelona: Icaria Editorial.
  • Flynn, Tom.(2002). El cuerpo en la escultura. Madrid:
  • Martínez Rossi, Sandra. (2011). La piel como superficie simbólica. Madrid: FCE.
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